394 palabras
Son las que tiene este artículo: 394 palabras. Por una vez será verdad que una imagen vale más. El arte y los libros tienen mucho que ver. También mucho que leer.
- Todo. España es un país tan individualista que tradicionalmente hasta los diccionarios los hace una sola persona. Fue el caso de José Ferrater Mora con la filosofía y el de María Moliner con el uso del español. También, más recientemente, el de Juan Manuel Bonet con el arte. Si Gredos acaba de reeditar la histórica obra de la filóloga aragonesa, Alianza ha hecho lo propio con el Diccionario de las vanguardias en España del ex director de Museo Reina Sofía. Lleno de conexiones que demuestran que en torno a la generación del 27 creció algo más que poesía, el libro llega hasta 1936. Ahí se detuvo el tiempo, cuando media España, tan individualista, se saltó la ley y empezó la guerra por su cuenta.
- Un poco. Si hay autores, como Bonet, que hablan un poco de todo, otros lo dicen todo de un poco. Es el caso de Donald Sassoon, que en Mona Lisa (Ares y Mares) dedica casi cuatrocientas páginas a la pintura más famosa del mundo. Desde que Leonardo la pintara hace medio milenio en una tabla de chopo hasta casi ayer por la tarde, el historiador británico cuenta la ajetreada biografía de un cuadro que ha sido parodiado, robado, apedreado y paseado por medio mundo hasta convertirse en un icono de la cultura popular con su propia banda sonora. Que pase Nat King Cole.
- Un par. La pintura y la poesía siempre se han llevado bien, o dicho de otro modo: "Oído y ojo se acuestan / juntos en la misma cama". Así habla William Carlos Williams en uno de los poemas de Cuadros de Brueghel (Lumen). En 1962, un año antes de morir, Williams ganó el Pulitzer. Pediatra de lejana ascendencia portorriqueña, a veces le gustaba decir, en broma, que era nieto de Emily Dickinson. Algunos editores (españoles) se lo tomaron al pie de la letra y lo anunciaron en la contracubierta de sus libros (no en éste, no teman). Por la vía de la literatura, el parentesco tenía más fundamento que por la del ADN; por la vía biográfica, seguro que la cosa le hubiera hecho ilusión a la soltera más famosa de Massachusetts.
Babelia
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