Cayetano se recupera satisfactoriamente
Cayetano Rivera Ordóñez es, antes que otra cosa, un torero como la copa de un pino. Su orgullo torero, por humano, fue el que le hizo ponerse el corbatín para detener la hemorragia de los veinte centímetros de cornada que llevaba en el muslo derecho, desoír a toda su gente que le quería llevar a la enfermería, y no parar hasta acabar con la vida de ese toro con quien había entablado un combate a muerte de manera voluntaria y deliberada el lunes en la plaza de Albacete. Y luego llega el asombro y la perplejidad, no por habitual, menos comprensible: pasado mañana, Cayetano, de alta, completamente fuera de peligro para continuar recuperándose en casa, merced al prodigioso progreso de la cirugía taurina y al talento de quienes la ejercen.
Pierde los compromisos inmediatos, entre los que figuraban el de hoy en Logroño y el del domingo próximo en Barcelona, en el que compartiría cartel con José Tomás. Ahora mismo ni el propio Cayetano ni su tío Curro Vázquez, solidísima garantía de la seriedad del "proyecto Cayetano", al margen de otros dudosos enfoques mediáticos, saben si volverá a vestirse de luces en lo que queda de la presente temporada, o será mejor arriar velas ya para madurar la próxima, como han hecho Ponce, Castella y Manzanares, obligados por las mermas físicas. No se olvide que el segundo hijo de Paquirri y nieto de Antonio Ordóñez tiene aún pendientes las fundamentales asignaturas taurinas de Sevilla y Madrid, a las que ha de presentarse de manera inexcusable el año que viene. A este respecto, su tío Curro comentaba a principios de temporada que abordaban la de este año como la de rodaje y preparación para tan fundamentales compromisos, sin prisa, pero también sin intención alguna de escurrir el bulto: "Todo llegará cuando deba llegar", sentenció al respecto.
Mejora Pepín Liria
En el hospital Virgen de la Vega de Murcia se encuentra ya ingresado en planta y en proceso de franca mejoría Pepín Liria, tras su cogida del pasado domingo en esta ciudad, en lo que ha sido su segundo cornadón del año; el primero, en Alicante, casi le rebana la boca.
Por otra parte, Talavante no acaba de apretar lo que debía y decepcionó ayer en el mano a mano con El Cid de la Feria de San Mateo en Logroño. Al menos, el de Salteras pudo echar una oreja al esportón en la que está siendo otra extraordinaria temporada en su carrera.
Babelia
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