60 entidades piden a los concejales que no vayan a la misa de la Mercè, que "recuerda al franquismo"

El grupo municipal de ICV rompe con la tradición y no acudirá a la celebración religiosa

Barcelona - 19 sept 2007 - 00:00CEST

La Liga por el Laicismo envió el lunes a los representantes municipales de Barcelona una carta en la que les insta no asistir a la misa de la Mercè que se celebra en honor de la patrona de la ciudad. "Ver a tantas autoridades políticas entrando en la iglesia recuerda al franquismo", dijo ayer Jordi Serrano, portavoz de la Liga. El año pasado el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, aprovechó la homilía para elogiar la figura del papa conservador Benedicto XVI. El grupo municipal de ICV-EUiA anunció ayer que no asistirá a la misa "para defender la separación de los asuntos religiosos de los institucionales".

Jordi Hereu asistirá al oficio católico "como alcalde y también a título personal"

La imagen de los miembros de la corporación municipal entrando en la basílica de la Mercè armados con la vara municipal y luciendo la banda escuece a la Liga por el Laicismo, una entidad que agrupa a una sesentena de asociaciones y sindicatos. Y no solo a ellos, sino también a aquellos creyentes que deslindan la política de la religión."Si quieren ir a misa, que lo hagan. Pero como un ciudadano cualquiera y no como representantes del Ayuntamiento. Que entren y se sienten con el resto del público", dijo Jordi Serrano. La Liga por el Laicismo está formada por diversas organizaciones, entre ellas, los sindicatos Comisiones Obreras, UGT, USTEC y CGT, pero también forman parte de la misma dos logias masónicas, la Federación de Padres de Alumnos de Cataluña y el Movimiento Laico y Progresista.

La asistencia de autoridades a la misa de la Mercè tiene muchos años, pero Serrano cree que ha llegado el momento de romper con esta tradición. "[El alcalde] Jordi Hereu pertenece a una generación de políticos. Tiene una buena oportunidad para hacer lo que no se atrevieron a hacer otros alcaldes como Serra o Maragall", explicó Serrano.

El grupo municipal de ICV-EUiA se sumó ayer a las tesis de la Liga y anunció que este año no asistirá a la misa. En un comunicado, los ecosocialistas afirmaron que con el inicio del nuevo mandato ha llegado "el momento adecuado para tomar una decisión meditada por todos los miembros del grupo".

Imma Mayol explicó que su grupo mantendrá relaciones con la Iglesia católica como institución, pero que esto no implica asistir a oficios religiosos. Iniciativa explicará su actitud por carta a las autoridades católicas de la archidiócesis de Barcelona. "Les explicaremos nuestras razones y confiamos en que las entienda", dijo Mayol. "Respetamos la decisión del Ayuntamiento de asistir a misa como organismo, pero entendemos que ya ha llegado el momento de que nuestro grupo político no acuda".

El grupo socialista, en cambio, acudirá a la misa de forma coordinada ya que es una decisión colectiva. Los concejales asistirán al oficio religioso como "representación de la ciudad", al margen de sus creencias personales. Un caso diferente es el del propio alcalde, Jordi Hereu, que irá a la iglesia "como alcalde y a título personal", según explicó un portavoz oficial del Ayuntamiento de Barcelona.

Oficiará la misa el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach. El año pasado el prelado aprovechó su homilía para mostrar su apoyo al papa Benedicto XVI, tras la polémica suscitada por un discurso del Pontífice en el que recogió una cita de un emperador bizantino que afirmaba que Mahoma había traído al mundo la idea de extender la religión "a través de la espada".

Carles Martí (PSC): "Soy representante, a título individual no iría"

Carles Martí, primer teniente de alcalde, no es creyente. Acude a la misa en representación del consistorio. "A título individual no iría porque no voy habitualmente". Entiende que es uno más de los actos de una fiesta que deriva del culto a la Virgen de la Mercè, copatrona de Barcelona. "También acudo a actos de otras confesiones que tampoco comparto", dice. En su opinión, la misa es uno más de los actos de la fiesta de la Mercè, como los de tipo lúdico o cultural.

Imma Mayol (ICV): "Es necesario defender el laicismo"

Imma Mayol, segunda teniente de alcalde, no irá a la misa de la Mercè. Ella no es creyente, pero el asunto, dice, es otro: "En 1999 ya planteamos el asunto, pero no hubo receptividad. Ahora hemos vuelto a hacerlo, al principio del mandato, que es cuando hay que hacer estas cosas". Sostiene que en la sociedad multicultural de hoy "cada vez es más necesario defender el laicismo", de forma que prefiere que se replantee la representación institucional en el oficio religioso.

Xavier Trias (CiU): "Asisto a todos los actos religiosos a los que me invitan"

Xavier Trias, presidente del grupo de CiU, es creyente y asistirá a la misa por convicción y porque, dice, asiste a todos los actos reliosos a los que le invitan, aunque no comparta sus creencias. En su opinión, "el laicismo no es incompatible con las tareas de un concejal de Barcelona". Además, entiende que no se obliga a nadie a acudir ya que se trata de mantener el respeto a cualquier tipo de manifestación religiosa que se produzca en Barcelona.

Jordi Portabella (ERC): "Hay que ir a misa por tradición, no por creencia"

Jordi Portabella no es creyente, pero sostiene: "Del budismo al judaísmo y de la teología de la liberación al Papa hay muchas interpretaciones de lo que es creer. Pero si se me pregunta por un Dios creador de todas las cosas, no creo. Si Dios es la sustancia del amor, entonces creo que todo el mundo cree". En su opinión, en la misa debe haber una representación del grupo de ERC "por tradición, no por creencia, y porque forma parte de los actos tradicionales de la fiesta mayor".

Alberto Fernández (PP): "Se elimina ahora la misa y luego la Creu de Sant Jordi"

Alberto Fernández, presidente del grupo popular, es creyente, de modo que irá a la misa de la Mercè por convicción personal y en representación de la ciudad. Se trata, afirma, de una tradición ciudadana, de modo que su asistencia sirve para representar a los votantes católicos. "Hay que aplicar la naturalidad que se aplica a otros asuntos paganos. No vaya a ser que se empiece por eliminar ahora la misa y luego se suprima la Creu de Sant Jordi del escudo de la ciudad".

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