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El Gobierno compensa con 826 millones más a Cataluña este año para cumplir el Estatuto

Las inversiones en infraestructuras para 2007 se elevan finalmente a 4.271 millones de euros

Cataluña obtendrá finalmente más inversiones del Gobierno central para sus maltrechas infraestructuras: 826 millones adicionales sólo este año, marcado por un verano caótico en las carreteras y la red ferroviaria. El Ejecutivo catalán arrancó ayer un acuerdo que modifica el cálculo de la inversión hasta 2013, y que afecta incluso a los Presupuestos de 2007, aprobados hace un año. Entonces, el vicepresidente Pedro Solbes situó en 3.195 millones -más 250 millones en ferrocarriles- la inversión en Cataluña. La nueva cifra asciende a 4.271 millones, un 24% más, e incluye partidas en Agricultura e Industria para cumplir el Estatuto.

El Gobierno pactó ayer con el Ejecutivo catalán -con varios meses de retraso- la metodología para calcular las inversiones del Estado en las infraestructuras de la comunidad, prevista en el Estatuto. Y también su traducción en dinero. En los presupuestos de 2007, la cifra ascendía a 3.445 millones de euros, procedentes de las áreas de Fomento y Medio Ambiente. La nueva metodología incluye ahora partidas destinadas a Agricultura e Industria, Energía, Investigación y Desarrollo, Pymes, Comercio y Turismo, con lo que la cifra aumentará en 826 millones para este año, hasta los 4.271 millones. Eso supone un 24% más que el dato aparecido en los presupuestos para este año, aprobados en septiembre de 2006.

En realidad, la cifra pactada para 2007 asciende a 4.021 millones, pero a esa cuantía se le debe añadir los 250 millones de inversión de Renfe en Cataluña que el Ejecutivo catalán ya sumó el año pasado para sacar pecho y poder decir que se cumplía con el Estatuto.

Ese incremento se abonará "en breve" -fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran que en un plazo de dos años-, afirmó el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, quien destacó que las nuevas reglas del juego "tienen vigencia hasta 2013" y acabarán así con el "regateo" en el que se han convertido las negociaciones relativas a esta partida de los presupuestos.

El consejero catalán de Economía, Antoni Castells, mostró también su satisfacción por el pacto alcanzado. Con los mismos criterios, la cifra relativa a inversiones para Cataluña en los presupuestos de 2008 podría rondar los 4.550 millones de euros, incluida la partida de 250 millones de Renfe, según las mismas fuentes.

Ejecución mínima

Castells subrayó que el acuerdo supone una revisión "significativa" de los datos de este año -esos 826 millones adicionales- y el establecimiento de una serie de cláusulas de garantía. Entre éstas, destacó "un nivel de ejecución mínimo de las inversiones presupuestadas", una de las grandes demandas de los sucesivos gobiernos autónomos ante las bajas cifras de ejecución de los últimos años. La Generalitat se ha asegurado que el Gobierno central ejecute, al menos, la inversión media realizada en esta comunidad en los dos últimos años.

Los problemas de las infraestructuras en Cataluña han marcado la agenda política de los últimos tiempos. En especial tras la aprobación del Estatuto, que liga la inversión en Cataluña al peso del producto interior bruto (PIB) de la comunidad en el conjunto del España: el 18,8%. Ese porcentaje se tradujo en 3.445 millones en los presupuestos de 2007: 3.195, según Solbes, más la partida adicional de 250 millones destinada a la red ferroviaria. El consejero catalán de Economía, Antoni Castells, manifestó entonces que con esa inversión se cumplía "escrupulosamente" con el Estatuto, aunque más adelante dijo que no aceptaría los mismos criterios para los presupuestos de 2008 y posteriores porque los consideraba "restrictivos".

Una vez pactados los nuevos capítulos de inversión, Solbes explicó que es hora de pasar "de la prosa al teatro". "Hay que dejar de hablar de números y empezar a discutir sobre problemas reales: cómo y, sobre todo, dónde hay que invertir en el futuro", argumentó.

Castells, por su parte, aludió a que el pacto alcanzado supone "reconocer que Cataluña tiene un déficit excesivo" en materia de infraestructuras, que se compensará "con un esfuerzo excepcional" hasta 2013. Implícitamente, el consejero resaltaba así que en esta ocasión no es aplicable el café para todos, aunque otras comunidades autónomas han incluido también aspectos relacionados con las inversiones en sus nuevos estatutos.

Felip Puig, portavoz de CiU, eludió valorar el pacto de ayer, pero sí advirtió que para los presupuestos de 2008, que se deben cerrar a finales de semana, la federación nacionalista no aceptará un cheque por debajo de los 5.800 millones de euros (cifra que incluye los 826 adicionales pactados para este año). "Cualquier rebaja sería un fracaso negociador del Gobierno catalán", dijo.

El acuerdo ha contribuido a acercar posturas entre los tres socios del Ejecutivo autónomo, cuyos máximos responsables estuvieron en todo momento al corriente de las negociaciones. El Consell Executiu -la reunión del Gobierno catalán- de esta mañana ratificará el acuerdo oficialmente.

Aún así, tanto ERC como ICV quisieron dejar claro que una cosa es el acuerdo sobre cómo se aplica la disposición adicional tercera del Estatuto y otra muy distinta la postura de cada partido en el conjunto de los presupuestos, donde cada partido tiene manos libres para votar en función de sus intereses. El presidente de ICV y consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, avanzó que su partido asume por completo el acuerdo Solbes-Castells, que calificó de "satisfactorio". Por su parte, el portavoz de ERC en el Parlamento catalán, Joan Ridao, dijo que una cifra en torno a los 4.000 millones sería "considerable".

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