El ozono 'malo' quema los ajos de Orusco

"Se nota perfectamente cuando hay contaminación por ozono. Tengo un huerto con ajos y de un día para otro se queman los que tengo plantados. Cuando llega el golpe, las hojas de las plantas que normalmente son verdes enrojecen y los pétalos de las flores se marchitan...", explica un vecino de Orusco de Tajuña, en el sureste de la región.
Este municipio junto con El Atazar son los que más sufren por contaminación por ozono troposférico (el llamado también "ozono malo") en la región, según la red de estaciones de medición ambiental que tiene la Comunidad de Madrid. Entre julio y agosto la concentración de ozono en estas localidades superó los 120 microgramos por metro cúbico de aire, en más de 35 ocasiones. Este es el nivel considerado como "umbral de protección para la salud", fijado por la normativa europea.
El ozono troposférico es uno de los contaminantes más perjudiciales para la salud. Está situado en la parte baja de la atmósfera, al nivel de la superficie terrestre que es donde se encuentra el aire que respiramos. Como la concentración de ozono está relacionada con las altas temperaturas, es en verano cuando más alto es este índice. Es altamente oxidante por lo que provoca la irritación de los tejidos pulmonares y de las mucosas. "Por eso mucha gente que vive en zonas con una alta concentración de ozono padece problemas respiratorios", precisa Juan García, de Ecologistas en Acción.
El ozono troposférico está causado por una combinación entre las emisiones de los motores de los vehículos y los rayos solares, formando una niebla fotoquímica muy nociva.
La contaminación por ozono se da principalmente en las zonas con menos contaminación de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión. "Estos contaminantes crean una capa en la atmósfera que impide los efectos nocivos de este ozono "malo". Pero en zonas con mucha contaminación por dióxido de nitrógeno o partículas actúan de pantalla contra esta nube. Es la razón de que la capital padezca menos contaminación por ozono.
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