Asuntos Sociales garantiza los niveles mínimos de atención a maltratadas

Euskadi contará en cinco años con una red de pisos de acogida para mujeres maltratadas que tendrán garantizadas unas condiciones similares en todos los lugares en que se abran, evitando la dispesión actual. Tras un periodo de discusión con ayuntamientos, diputaciones y agentes sociales, el Gobierno ha aprobado un decreto que busca, en palabras de Carmen Vicioso, directora de Bienestar Social, garantizar un entorno "adecuado" y "seguro" para las víctimas de la violencia doméstica.

Euskadi cuenta ya con una red integrada por unos 60 pisos de asistencia, unos 20 de media por territorio histórico. Todas las poblaciones de más de 20.000 habitantes están obligadas a tener al menos uno de ellos. El problema es que sus condiciones no resultan homogéneas y, en muchos casos, las viviendas son polivalentes, de forma que las utilizan tanto las mujeres maltratadas como se destinan a otras necesidades sociales. Además, el decreto establece las características de los pisos en cuanto a plazas, tiempo de estancia, funcionamiento, etcétera. Una media de 500 mujeres utilizan actualmente estas instalaciones.

La directora de Bienestar Social explicó en Vitoria que no existe una lista de espera para que las maltratadas puedan acceder a los recursos existente. Por ello, el decreto no busca tanto ampliar "mucho más" el número actual de pisos, sino que las instalaciones existentes adecuen sus servicios y el personal educativo a los diferentes perfiles de mujeres que sufren maltrato.

Segundo recurso

Desde la aprobación de ley integral contra la violencia contra las mujeres, los pisos suponen un segundo recurso para las víctimas de agresiones, ya que la ley concede a la maltratada el derecho a permanecer en el domicilio y es el agresor el que debe dejarlo. Vicioso considera que una de las claves del decreto es que las mujeres puedan mantenerse en su entorno.

El decreto, que entrará en vigor la próxima semana tras su publicación en el Boletín Oficial del País Vasco, desarrolla tanto la ley vasca de Servicios Sociales de 1996 como la de Igualdad de 2005. El texto define y regula las características de los servicios que existen para las mujeres y las personas que dependen de ellas.

Los servicios de acogida se dividen en tres tipos. El primero está destinado a alojar unos cinco días de media a las maltratadas que acaban de abandonar sus hogares. Después son derivadas a recursos más adecuados. El decreto regula que estos pisos deben tener una capacidad máxima de cinco plazas.

En una segunda fase, las mujeres son alojadas en pisos de media o larga estancia. El tiempo máximo estimado de permanencia en ellos se establece en unos cuatro meses y también deberán tener como máximo cinco plazas. Por último, están los centros para mujeres que necesitan una atención más continua e individualizada, con hasta 30 plazas, espacios comunes y una estancia media de seis meses.