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Inquietud en los mercados

El BCE aplaza la subida de los tipos de interés por la inestabilidad financiera

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), reunido ayer en Francfort, decidió mantener inalterados los tipos de interés en el 4%. Su presidente, Jean-Claude Trichet, explicó la medida por la "volatilidad de los mercados financieros y la reevaluación de los riesgos durante las últimas semanas".

Cumplió así el órgano rector del banco emisor europeo con las expectativas de buena parte de los analistas durante las jornadas precedentes a la reunión. Trichet consideró "apropiado recabar información adicional y examinar datos nuevos" antes de adoptar nuevas decisiones en política monetaria.

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A pesar de que no sugirió que los tipos subirán en octubre, algunos analistas consideran que Trichet abrió de nuevo una puerta a una eventual subida de tipos a medio plazo. Se refirió el presidente a la política "acomodaticia" de su banco y, como es su costumbre, a la inflación que acecha. También del relieve concedido por Trichet al "continuado vigor" de la expansión monetaria y crediticia se podría inferir que volverá a mover los tipos en unos meses. De los cuatro expertos consultados por la agencia de noticias británica Reuters, la mitad esperaba ayer una novena subida de tipos hasta el 4,25% antes de Nochevieja.

Economía sólida

En cuanto al crecimiento, el BCE revisó ayer a la baja las previsiones macroeconómicas para la zona euro. Prevén los economistas del banco que el producto interior bruto (PIB) habrá crecido en 2007 entre el 2,2% y el 2,8%. En junio, el BCE pronosticaba que el PIB crecería entre el 2,3% y el 2,9%. La corrección del pronóstico es, por tanto, leve. En cuanto al crecimiento en 2008, los expertos de Trichet confían en que alcanzará lo previsto en junio de este año: entre el 1,8% y el 2,8%.

Para la máxima autoridad europea, estos datos demuestran que la situación de la economía real en la zona euro sigue sólida, pese a las turbulencias de los mercados. También los últimos datos sobre el empleo y los niveles de confianza empresarial fueron "favorables". Sin embargo, advirtió Trichet, "en vista del potencial impacto de las turbulencias financieras en la economía real, será necesario un seguimiento apropiado de la evolución económica".

En cuanto a la inflación, el BCE pronosticó ayer que se medirá entre el 1,9% y el 2,1%. En junio pasado se esperaba una inflación de entre el 1,8% y el 2,2%. La previsión para 2008 se sitúa entre el 1,5% y el 2,5%. No prescindió Trichet de alertar de nuevo sobre los riesgos inflacionarios en Europa. Se teme el francés que la inflación supere el 2% considerado por su banco como límite de lo aceptable. Para 2008 dijo esperar que "el impacto cada vez menor de los impuestos indirectos y los precios de la energía se compense por las presiones para un aumento de los costes laborales".

Con la decisión de mantener los tipos de interés en el 4%, el BCE puso fin a varias semanas de incertidumbre entre analistas, inversores y ciudadanos con préstamos hipotecarios, alimentada durante el mes de agosto por informaciones y análisis contradictorios. Empezó el día 2 de agosto, cuando Trichet convocó a última hora un encuentro con la prensa para exponer el resultado de la reunión del Consejo de Gobierno aquel día. Entonces llamó Trichet a la calma ante los primeros efectos de la crisis hipotecaria estadounidense percibidos en Europa y se refirió a la "fuerte vigilancia" que el Consejo ejercía sobre el desarrollo de los precios en la eurozona. Esto, en el lenguaje de Trichet, significa generalmente que los tipos de interés aumentarán un mes más tarde.

Sin embargo, el contagio de la crisis norteamericana causada por el hundimiento del sistema norteamericano de hipotecas subprime hizo que saltaran las alarmas en las finanzas europeas. Si bien no ha tenido de momento mayor repercusión sobre la economía real, la crisis afectó a varios bancos europeos y causó un efecto devastador en la confianza de los mercados. Para evitar que esta desconfianza anquilose la liquidez en la eurozona, el BCE inyectó en los mercados cientos de miles de millones de euros mediante subastas extraordinarias a un día. La última, ayer mismo: 42.245 millones de euros. Fue la primera operación de este tipo desde el 14 de agosto. Se evita así que los préstamos interbancarios se encarezcan hasta colapsar los mercados. El Euríbor a 12 meses bajó al 4,781% y los tipos a plazos más cortos retrocedieron mucho más. Por su parte, la Reserva Federal de EE UU inyectó otros 7.000 millones de dólares.

Más liquidez

El BCE anunció ayer otra inyección de liquidez para el próximo 12 de septiembre, mediante una operación de refinanciación a largo plazo con vencimiento a tres meses. "Esta operación pretende apoyar la normalización del funcionamiento del mercado de dinero del euro", dijo el BCE en un comunicado.

Los altibajos en la liquidez y las turbulencias bursátiles pusieron al BCE en el punto de mira del Gobierno francés, que no dejó de insistir en que una nueva subida de tipos podría dar al traste con el crecimiento económico en la UE. Tras el anuncio de ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se felicitó. Aunque reconoció que él no debería comentar las decisiones del BCE, Sarkozy no se privó de apuntar que "el diálogo" da sus frutos. Ayer, Trichet volvió a declarar la "combatiente independencia" de la institución, que preside desde 2003.

La mayoría de las grandes Bolsas recibió la noticia del mantenimiento de tipos con optimismo. El Footsie londinense -el índice selectivo de la City- subió un 0,68%. Le acompañaron el Cac 40 de París (0,45%) y el Dax de Francfort (0,44%). También los índices neoyorquinos se apuntaban a las ganancias a media sesión. No fue el caso de los mercados españoles. El Ibex 35 cayó un 0,29% al cierre de la sesión.

El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, durante la conferencia de prensa, ayer en Francfort.
El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, durante la conferencia de prensa, ayer en Francfort.AP

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