Jairo Miguel, corneado de nuevo en México

El novillero español Jairo Miguel, de 14 años, que sufrió una cogida grave el pasado 15 de abril en Aguascalientes (México) por un novillo de 430 kilos que le perforó un pulmón, ha vuelto a torear en México, esta vez el pasado domingo en la plaza Monumental, y volvió a resultar herido. El niño torero salió al ruedo para lidiar al segundo de la tarde, Navegante, que le propinó una cornada de 15 centímetros en la región perianal. A pesar de los ruegos de las asistencias y de su cuadrilla, Jairo Miguel permaneció en la arena para matar. Según el parte médico, "sufrió una herida limpia en la región perianal, de 15 centímetros hacia arriba y afuera. Fue estabilizado y después intervenido en el hospital Mocel", informa Efe.

Jairo Miguel reapareció hace unos cuantos días en la norteña ciudad de Monterrey. El domingo compartía cartel con Arturo Saldívar y Jorge Sotelo. Cuando se acomodaba con Navegante, llegó la cornada; fue una empitonada que cortó la respiración al público, que aplaudió al muchacho, quien con la herida sangrante se quedó a matar. Las autoridades hicieron sonar un aviso; cuando prolongó la tarea de matar, no era evidente la gravedad de la cogida. Herido el novillero de 14 años, fue llevado al hospital.

En España, la ley prohíbe torear a menores de 16 años. En México los niños, con autorización de sus padres, pueden trabajar, y gracias a esa norma Jairo Miguel torea en suelo mexicano. Antes lo hicieron El Juli y otros jovencitos con ansias de matador. En abril pasado, durante la Nacional de San Marcos de Aguascalientes, una cornada del astado Hidrocálido colocó a Jairo Miguel a las puertas de la muerte. El pasado 11 de agosto se vistió nuevamente de luces y lidió en Monterrey.

Mientras la prensa mexicana no hace ruido por la edad del diestro, sí recuerda que ya hace más de un año, cuando pisó el ruedo de la plaza Monumental de México, un novillo le golpeó en la cara y le privó del conocimiento durante unos segundos. En La Jornada, Lumbrera Chico escribió ayer: "Verdes como el trigo verde, pero pletóricos de clase, valor y afición, los novilleros Arturo Saldívar, de 18 años, y Jairo Miguel, de 14, conmovieron ayer al público de la plaza Monumental de México al derrochar su arte y su sangre ante un difícil encierro de Javier Grafías que los mandó al hospital con cornadas cuyas trayectorias suman en conjunto más de medio metro de longitud". En Excélsior, Alfonso López detalló que "después de varios festejos en los que los novillos estuvieron muy por encima de los espadas, en la de México, ayer, en la sólo a ratos airosa tarde de la 10ª novillada de la Chica 2007, sucedió lo contrario: que los toreros (...) estuvieron muy por encima del encierro integrado por uno criado en De Haro, de los herederos del recordado don Manuel, y cinco de Javier Grafías, hijo del también famoso ganadero potosino don Javier".

"Mi hijo es un superdotado del toreo. Tiene técnica, instinto y está aquí porque quiere. Me lo traje a México porque en España los niños no pueden torear hasta los 16 años", declaró a EL PAÍS en abril Antonio Sánchez Cáceres, padre de Jairo Miguel y matador de toros en los años setenta. Jairo Miguel sufrió la primera cornada a los 12 años, también en México.

La tarea quirúrgica en el cuerpo de Jairo Miguel ha sido conducida esta vez por el doctor Rafael Vázquez Bayod, jefe de los servicios médicos de la plaza de México, que lo operó durante dos horas. El español sufrió la cornada en la región del glúteo derecho, que fue limpia, aunque de dos trayectorias. Los médicos dejarán pasar dos días antes de anunciar cuándo será dado de alta, pero se afirma que por las características de la cogida no será antes de 15 días.