Sanidade minimiza las secuelas del fuel del 'Prestige'

La Consellería de Sanidade considera que las secuelas físicas halladas en mariscadores que limpiaron fuel durante la marea negra del Prestige son "inespecíficas", es decir, que no señalan directamente a este hidrocarburo como causante de los daños. En una respuesta a una iniciativa parlamentaria del BNG, el departamento autonómico sostiene que los problemas respiratorios detectados en personas que estuvieron en contacto directo con el chapapote "son síntomas que aparecen en gran parte de las enfermedades que afectan al sistema respiratorio y, por lo tanto, no indican un proceso fisiopatológico especial propio de la exposición al fuel del Prestige".

Un estudio realizado por un equipo científico multidisciplinar sobre 6.869 pescadores gallegos ha detectado que los daños respiratorios que sufrieron quienes participaron en tareas de limpieza en la costa persistían dos años después de haber estado en contacto con el vertido del petrolero. La investigación, publicada en la revista científica American Journal Respiratory and Critical Care Medicine, concluye que la limpieza del vertido "no fue inocua" y que "produjo trastornos respiratorios que han persistido transcurrido un tiempo prolongado desde la exposición". Los investigadores han contrastado en las personas que estuvieron en contacto con el fuel una "mayor prevalencia" de tos y expectoración crónicas, de dificultades respiratorias por la noche y de obstrucción y goteo nasal, unos síntomas más intensos en los marineros y mariscadores que limpiaron durante más días y horas seguidas.

Continuidad

Sanidade apoya la continuación del estudio para comprobar si en las secuelas existe una "tendencia a la normalidad con el paso del tiempo". La consellería admite que tras la marea negra no realizó ningún seguimiento especial de la salud de las personas que estuvieron en contacto con el fuel y alega que "la recomendación técnica fue no hacerlo". El departamento asegura que cuenta en estos momentos con los recursos sufientes para atender a la población afectada por estos daños respiratorios "sin necesidad de establecer una sistemática especial de trabajo". Sanidade cree "prácticamente nula" la posibilidad de que estas personas sufran un riesgo mayor de sufrir cáncer.