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Reportaje:

La amante secreta de Puccini

El hallazgo de cartas, fotografías y una película de 1915 obliga a reescribir la biografía del compositor

Durante toda su vida, Nadia Manfredi, un ama de casa de 61 años, ha guardado con cuidado en su piso de Cisanello, en la periferia de Pisa (Italia), una maleta llena de cartas y fotografías que habían pertenecido a su padre. Y es que ignoraba que ahí estaba escondido un secreto jamás confesado. Esta señora, de vida humilde, es la nieta secreta de Giacomo Puccini (Lucca,1858-Bruselas, 1924), uno de los más grandes compositores líricos de todos los tiempos; su padre, Antonio Manfredi, era el hijo ilegítimo del músico. El nieto de Nadia, que también se llama Giacomo, se parece muchísimo a su tatarabuelo.

Toda la historia trágica de esta familia está oculta en una maleta encontrada hace ocho meses por un director de cine, Paolo Benvenuti, que ya ha empezado a preparar el rodaje de una película acerca de la vida del músico italiano. Se trata de una historia estremecedora y melodramática, callada por Giacomo Puccini y su discográfica Ricordi por un puñado de antiguas liras, y en la que las heroínas, tal como en la obra de Puccini, fueron condenadas a un final trágico. Tuvo que pasar un siglo para que saliera a la luz.

Una maleta olvidada de su hijo ilegítimo revela las causas del suicidio de una joven inocente

En todas las biografías del músico se habla de su presunta relación clandestina con una empleada, Doria Manfredi, que se suicidó a los 23 años por "vergüenza". Elvira, la mujer de Puccini, dijo haber pillado, en 1909, a su marido en un momento de intimidad con la criada, por lo que la expulsó de la casa. Entonces, Doria, al no poder soportar las miradas de los vecinos de Torre del Lago (ciudad natal de Puccini en Toscana), se envenenó "tragándose seis píldoras de un preparado corrosivo", explicó el director Mario Benvenuti, en conversación telefónica con EL PAÍS. "Su agonía duró cinco días con sus cinco noches, y cuando murió la autopsia reveló que Doria era virgen, y, por tanto, inocente. Ante estos datos, los Manfredi denunciaron a la mujer de Puccini y un tribunal le condenó a cinco meses y cinco días de cárcel, que nunca cumplió, porque el compositor ofreció 12.000 liras a los familiares de Doria y el caso fue cerrado".

Quedaban, sin embargo, dos interrogantes. Primero: ¿por qué Elvira estaba tan segura de haber pillado a su marido con la empleada? Segundo: ¿por qué Doria nunca se defendió de estas acusaciones y prefirió suicidarse en vez de hablar?

Paolo Benvenuti y Giulio Marlia, de la escuela de cine Intolerance de Viareggio (en la Toscana), querían contar en una película la vida de Doria, cuando se toparon con estos dos interrogantes. "Cuando empezamos a investigar, en 2001", dice Benvenuti, "nos dimos cuenta de que algo no encajaba en esta historia, por lo que fue necesario leer más de las 6.000 cartas que se conservan de Puccini y todas las biografías que han sido publicadas sobre el compositor antes de encontrar una pista". Por ejemplo, que según algunos biógrafos, Puccini era un mujeriego que se inspiraba en sus amantes para las heroínas de sus óperas.

En 1908, el músico compuso una de sus más famosas óperas, La muchacha del Oeste, cuya protagonista, Minnie, es una mujer de mucho carácter y de aspecto masculino que trabaja en un saloon. "El personaje de Minnie no tenía ningún parecido físico con Doria", explica Giulio Marlia, director de la escuela de cine Intolerance, "pero había otra mujer en Torre del Lago que se parecía a Minnie: la prima de Doria, Giulia Manfredi".

Giulia Manfredi era la propietaria de una taberna cercana a la casa de Giacomo Puccini que se llamaba La Terraza da Emilio. Esta mujer medía 1,80, iba a cazar con los hombres y no se dejaba intimidar por los borrachos que frecuentaban su bar. "La ópera nos dio la pista de que ella podía ser la amante de Puccini y que, quizá, Doria era la que hacía de mensajera entre ambos, por lo que de ahí pudo venir el equívoco; sin embargo, necesitábamos una prueba independiente para esta hipótesis", explica Benvenuti.

En cuanto a los vecinos más ancianos de Torre del Lago, se referían a un presunto hijo ilegítimo de Puccini, que fue alejado del pueblo nada más nacer. Benvenuti y Marlia pronto descubrieron que Giulia Manfredi había tenido un hijo, Antonio Manfredi, y que lo había dejado en adopción en Pisa. Antonio creció en la pobreza, nunca conoció a su padre y murió en Pisa a los 66 años, de un tumor en la garganta, enfermedad por la que también murió Puccini.

Tras conocer estos datos, después de años de búsqueda e hipótesis, el pasado enero Benvenuti llamó a la puerta de Nadia Manfredi, que vive cerca de Pisa. Después de varias citas con la mujer ésta recordó que guardaba una vieja maleta de su padre de cuyo contenido nunca se había preocupado. "Fue un descubrimiento. Allí estaban todas las cartas y las fotografías dedicadas que el músico había mandado a Giulia Manfredi, entre ellas las que hablaban del caso Doria. Además, en el fondo de la maleta había dos cajas de galletas que contenían una película en muy malas condiciones", explica Benvenuti.

Tras una delicada labor de restauración, la película, fechada en 1915, muestra momentos de la vida cotidiana de Giacomo Puccini en los que se ve al compositor tocando el piano, una melodía que ha podido reconstruir el también compositor y estudioso de Puccini el italiano Ricardo Moretti. Esta película, considerada un tesoro tanto para el cine como para la música, será presentada el próximo martes en la Bienal de Venecia.

Todas estas revelaciones obligarán a reescribir las biografías del músico escritas hasta ahora para incluir la tragedia de una joven que se suicidó a los 23 años para defender a su familia de la vergüenza; la de un hijo ilegítimo cuyo parecido con su ilustre padre no deja lugar a dudas, y, sobre todo, la de Giulia, la Minnie de La muchacha del Oeste, que hizo posible que su secreto permaneciera oculto. La película de Benvenuto se estrenará el próximo verano, coincidiendo con los 150 años del nacimiento de Puccini.

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