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El plan de piscifactorías de Pesca se enfrenta a un millar de alegaciones

Vecinos y ecologistas acusan a la Xunta de vender la costa a multinacionales

Sonia Vizoso

"Los políticos nos van a tener enfrente. Éste es un movimiento social que se resolverá en la calle". Manoel Santos, de la Plataforma Medioambiental de Corrubedo, actuó ayer como portavoz de la decena de colectivos vecinales que están en pie de guerra contra el plan de la Xunta que reserva tres millones de metros cuadrados de costa para crear 26 piscifactorías. Los residentes en estas zonas creen que el proyecto sólo beneficia a las multinacionales.

Vecinos de Arou (Camariñas), Corrubedo (Ribeira), Fazouro (Foz), Fisterra, Malpica, Quilmas (Carnota) y Seráns (Porto do Son) presentaron ayer en la ventanilla de la Consellería de Pesca alegaciones contra el Plan Galego de Acuicultura, que prevé la expropiación de tres millones de metros cuadrados de terrenos costeros para que empresas como Stolt Sea Farm, Pescanova o Isidro de la Cal construyan granjas de rodaballo y lenguado. Los opositores al proyecto calculan que Pesca deberá resolver un millar de reclamaciones.

Estos colectivos rechazan que la Xunta expropie terrenos a pie de costa para "entregárselos" a empresas que crean una media de 15 puestos de trabajo por planta y que se les permita ocupar la zona de protección de dominio público en la que el resto de los gallegos no pueden levantar casas ni negocios. Como Pesca aportará además la mitad del coste de las granjas, el ecologista Fins Eirexas, de Adega, calcula que cada empleo que se cree recibirá 700.000 euros de subvención. "Así cualquiera monta una empresa", critica.

Eirexas considera "injustificado" que se elabore un plan sectorial para ordenar la cría de peces planos, una actividad que supone el 1,8% de la producción del sector acuícola en Galicia (el negocio fuerte es el mejillón) y que crea sólo 520 de sus 10.000 empleos. Para Adega, el bipartito "bendice" con este plan la política acuícola de la Xunta del PP.

Vecinos y ecologistas censuran que la Xunta declare el plan "de incidencia supramunicipal" e impulse expropiaciones cuando "la población beneficiada es ridícula". Manoel Santos, portavoz de los afectados por la piscifactoría de Laxe Brava (Ribeira), asegura que en Noruega sólo se permite ubicar plantas en el mar, por lo que empresas de este país como Stolt Sea Farm vienen a ubicar las granjas de rodaballo a Galicia: "Lo que quieren hacer con este plan es colonialismo. Estamos haciendo el papel del Tercer Mundo de Europa".

Xosé Manuel Casal, de la plataforma contra la ampliación de la planta de Quilmas (Carnota), asegura que la instalación realiza vertidos "directamente a la playa". Según los afectados, la contaminación es "evidente", por lo que rechazan que varias de las plantas previstas linden con espacios protegidos. El complejo dunar de Corrubedo, advierten, estará rodeado de tres granjas que ocuparán 500.000 metros cuadrados. "Lucharemos contra todo esto hasta sus últimas consecuencias", proclamó Lola Romero, vecina de Seráns (Porto do Son).

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El director general de Recursos Mariños, Antonio García Elorriaga, calificó de "injustas" las críticas y afirmó que hay empresas que se han "sacrificado" para no dañar el medio ambiente, informa Europa Press.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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