El Supremo de Brasil procesa por corrupción a la vieja cúpula del PT
El Supremo Tribunal Federal de Brasil, la instancia máxima de justicia del país, admitió en la tarde del lunes que hay fundamentos para procesar por corrupción al ex ministro José Dirceu, la mano derecha del presidente Luiz Inácio Lula da Silva durante el primer mandato de su Gobierno, así como a otros altos cargos del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula. En total, el Supremo ha decidido enjuiciar a los 40 acusados en el escándalo por los sobornos a diputados destapado en 2005.
Dirceu, que tuvo que renunciar a su puesto de ministro por el escándalo, y que perdió su mandato de diputado, había sido también presidente del PT, y era considerado como el sucesor natural de éste en la presidencia de la República.
El Supremo ha aceptado la petición de la fiscalía para que sea procesado por corrupción activa. Además, lo considera como el gran articulador del esquema de sobornos a diputados organizado por el Gobierno y por el PT para comprar votos durante el primer mandato de Lula, en el que no contaba con mayoría parlamentaria. El ex ministro podría ser condenado hasta a 109 años de cárcel.
Por la misma acusación, serán procesados el ex presidente del PT José Genoino, hoy diputado, y el ex tesorero del partido, Delúbio Soares. El Supremo ha aceptado al completo las tesis de los fiscales, y ha decidido procesar a los 40 acusados de haber participado en el que se considera el mayor escándalo de corrupción política en la historia de Brasil.
Este caso estuvo a punto de hacer perder el mandato a Lula en 2005, que acabó salvándose tras confesar que había sido "traicionado", aunque nunca quiso revelar los nombres de los presuntos traidores. Lula en realidad fue absuelto por la gran masa del mundo de los pobres, que acabó reeligiéndolo en 2006, a pesar de las sospechas que recaían sobre él de haber permitido a Dirceu y al PT organizar el esquema de sobornos.
Otros implicados
Serán igualmente procesados los ex líderes de los mayores partidos aliados del Gobierno durante el primer mandato de Lula: el conservador Partido Progresista (PP), el Partido Liberal (PL), el Partido de los Trabajadores de Brasil (PTB) y el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB). Días atrás, el Supremo había dado luz verde al enjuiciamiento de personajes del mundo de la empresa, de la banca y publicitarios que estuvieron involucrados en el escándalo.
La decisión del Supremo ha estado, en buena parte, condicionada por las presiones de la opinión pública, que ha seguido en directo, por televisión, las discusiones de los 11 miembros del tribunal. La opinión pública ha criticado la impunidad de la que suelen gozar los políticos corruptos.
Ahora serán necesarios varios años para que los tribunales den su veredicto final, pero políticamente, la decisión del Supremo ha acabado con las hipótesis de que se trató sólo de una maniobra de la oposición para desangrar al Gobierno de Lula.
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