"En Líbano no se va tanto la luz"

"En veinte años de guerra civil en Líbano, no se ha ido tanto la luz como aquí". Jihad exagera y lo sabe. Pero recurre a la hipérbole para superar el "cabreo" que arrastra desde hace semanas. Este jovial empresario de mediana edad posee un restaurante libanés en el barrio de Gràcia de Barcelona. Se llama Sannin. La noche del miércoles, Jihad se frotaba las manos: "El local, lleno. La gente, esperando en la calle para entrar. Y todas las mesas reservadas".

Pero algo falló. Y en el peor momento. A las 21.44 horas -"para nosotros, la hora punta"- se fue la luz. Una nueva avería de Endesa provocada por la "desconexión fortuita" de una línea de media tensión, precisó un portavoz de la compañía. O sea, que se descolgó un cable sin causa aparente.

Jihad perdió 1.500 euros porque su local se quedó a oscuras "en hora punta" La presidenta de la FAVB denuncia la "precariedad" de la red en Barcelona

El apagón del barrio de Gràcia se prolongó hasta casi medianoche, cuando los técnicos pudieron reiniciar el suministro a distancia, desde el centro de control. Afectó a unos 1.400 usuarios que viven y trabajan en torno a la calle de Torrent de les Flors. "Se trata de un incidente menor", resumió un portavoz de la eléctrica. A Jihad, este comentario le indigna porque, cuando el local quedó a oscuras, algunos clientes que estaban cenando se marcharon enseguida. Y los que aguardaban en la calle, ya no entraron. "Calculo que perdí unos 1.500 euros".

"Es una vergüenza. Me han hecho daño y me han estropeado la noche", protesta Jihad, que aun así no pierde su franco sentido del humor. Total, esta vez la cosa no ha sido tan grave: pérdidas económicas y algún alimento echado a perder. Lo malo es que no es la primera vez. Este empresario también sufrió el gran apagón que, el 23 de julio, dejó a oscuras a 350.000 abonados en Barcelona. Dice que aún no ha reclamado a Fecsa por los daños. "Mejor me espero, por si vuelve a irse la luz", bromea.

En el local La Barbacoa de Gràcia también sufrieron la noche del miércoles los estragos del apagón. Manel es el encargado. Estaba en casa "viendo el fútbol" cuando se quedó a oscuras. "Seguimos en condiciones precarias. Y con el incidente de ayer [por el miércoles] se nos ha acabado de romper la máquina del hielo", relata.

Los vecinos tampoco están para guasas. Eva Fernández, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), se muestra indignada. "Eso de que la avería ha sido fortuita suena a cierta negligencia en el mantenimiento. Y el nuevo apagón crea una sensación de inseguridad y de precariedad con cosas, como la electricidad, que parecían superadas desde hacía tiempo", protesta. Fernández reclama la creación de un "mapa eléctrico" para conocer el estado de la red en Barcelona y cuáles son las zonas "más en precario".