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Un filme se infiltra en el arte de protesta cubano

El diseñador Manuel Neira debuta en cine

Nunca antes había dirigido una película. Pero el artista y diseñador de moda Manuel Neira (Barcelona, 1976) tenía muy claras sus pretensiones para su debut. "Quería que el filme resultante se pudiera ver tanto en un cine como en el MOMA", señala Salomón Shang, productor y guionista de la primera cinta de Neira, Un objetivo recorre La Habana, que se estrena mañana en Barcelona y dentro de 15 días en Madrid. La mirada del artista atraviesa de principio a fin la película, un trabajo entre el documental y el videoarte.

"Creo que el enemigo natural del cine no es Internet, sino la televisión, hasta el punto de que ha transformado el cine en una tele grande", reflexiona el debutante. La sentencia encierra su actitud de rechazo hacia los documentales y reportajes convencionales. Reivindica otra manera de reflejar la realidad que vaya "más allá de lo obvio", que no esté constreñida en la narración de una historia y sí muy comprometida con el riesgo estético. Y con ese espíritu se embarcó en este proyecto, rodado entre finales de 2005 y principios de 2006, principalmente en La Habana y su extrarradio, con algunas tomas rodadas bajo el agua cristalina de las playas de Varadero.

El hilo conductor del filme son los miembros del Proyecto Omni, un colectivo de creadores que viven y trabajan en comunidad a las afueras de La Habana. La suya es una actitud de total resistencia, aunque nunca se han planteado abandonar el país. Se sitúan al margen de la cultura oficial para poder criticar al régimen cubano. Las autoridades les vigilan de cerca y algunos de sus miembros más activos han acabado en la cárcel.

Al tiempo que sigue sus movimientos y documenta sus performances y acciones de protesta, Neira intercala imágenes de archivo que resumen el periplo de Fidel Castro desde el triunfo de la revolución hasta la actualidad. Se entretiene especialmente en su injerencia en la vida cotidiana del pueblo cubano. "Es un tipo metomentodo y cruel", resume Neira. Convencido de que toda obra es un autorretrato, el realizador tiene su álter ego en la película en la figura de un cineasta cubano que, como hizo él para poner en pie este proyecto, dialoga con los artistas de Omni para que se dejen filmar.

Presupuestado inicialmente en 300.000 euros, el coste real de la película dobla esta cantidad. Su estreno internacional se verá la próxima primavera en el Festival of Film & New Media on Art de Atenas.

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