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El CSIC estrena un sistema para evitar las mortandades de animales en Doñana

Al contrario que otros veranos, este no ha registrado la mortandad de miles de vertebrados en Doñana. El CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) explicó ayer el resultado de un proyecto de detección rápida de una de las causas de las muertes de aves acuáticas y peces: las algas tóxicas que crecen en el agua estancada del estuario del Guadalquivir.

"El proyecto consiste en tomar muestras de agua para analizar el pH, sus nitratos o la clorofila y determinar el nivel de alerta; puede ir desde cero hasta tres, que es el máximo", indicó Andreu. En julio, todas las zonas estudiadas en Doñana se encontraban en el tres.

Los gestores del parque evacuaron a los animales muertos o enfermos con batidas de cuadrillas de hasta 20 personas, entre técnicos y voluntarios; trasladaron a aguas limpias a los ejemplares sanos; y cuando fue posible desaguaron la zona y renovaron el agua del río con ayuda de la marea.

"Un proyecto de investigación del científico Eduardo Costa, de la Universidad Complutense de Madrid, ha demostrado que, en muchos casos, estas algas son la causa de mortandad", explicó Ana Andreu, del Equipo de Seguimiento de Procesos Naturales de la Estación Biológica de Doñana. El aporte de nutrientes proveniente de la agricultura, superior al natural, podría estar relacionada con la proliferación de las algas.

"Estos organismos producen toxinas que envenenan a los animales", dijo Andreu. El CSIC ha estudiado la periodicidad, en qué puntos se da y qué características son necesarias para que aumente la cantidad de algas. Fruto de la investigación, se ha diseñado este sistema, la Red de alarma temprana.

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