Cuando las pateras tapan el narcotráfico
Hallados 1.750 kilos de hachís en distintas playas de Murcia tras la llegada de 64 argelinos
La Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y la policía local de San Javier han identificado desde el pasado jueves a un total de 64 inmigrantes argelinos llegados a la costa murciana en embarcaciones con motores de escasa potencia, lo que ha llevado a plantearse a las fuerzas de seguridad que los magrebíes llegan hasta aguas internacionales en barcos pesqueros o de recreo con base en la costa oeste argelina. El Ministerio del Interior apunta la posibilidad de que la llegada masiva de argelinos pueda ser una maniobra de distracción para introducir hachís en la costa murciana, en la que se han hallado 1.750 kilos en los últimos días. La región de Murcia todavía no tiene instalado un sistema de detección de embarcaciones: sólo cuenta con dos radares portátiles.
Las investigaciones apuntan a que las pateras son acercadas a la costa por barcos pesqueros
Los 15 inmigrantes argelinos detenidos ayer en diferentes puntos del litoral murciano, concretamente en Cabo de Palos y Los Belones, cerca de Cartagena, elevan a 64 el número de interceptados desde el pasado jueves, según Interior. Los magrebíes llegaron a la costa en tres pateras y se desconoce el paradero del resto de los ocupantes de las embarcaciones.
El hecho de que los inmigrantes lleguen a la costa murciana, a más de 250 kilómetros de la costa oeste de Argelia, en embarcaciones de tres o cuatro metros de eslora y con motores de escasa potencia, de 20 y 30 caballos, llevaron a pensar en un primer momento a las fuerzas de seguridad que un barco nodriza habría podido trasladar a estos inmigrantes. Sin embargo, los resultados de la investigación apuntan ahora a que las barcazas habría sido acercadas a la costa española desde barcos pesqueros con base en Mostaganem y Orán, en Argelia.
La policía también estudia la posibilidad de que esta ola de pateras, sin precedentes en la región de Murcia, pueda ser una maniobra de distracción por parte de narcotraficantes. Esta tesis cobra fuerza si se tiene en cuenta que el primer avistamiento de inmigrantes se produjo el pasado jueves en una embarcación descubierta en Puntas de Cal Negre, en la que había mil kilos de hachís. Los 14 ocupantes de esta embarcación lograron huir. Y ayer mismo, los agentes detectaron otros 750 kilos de esta droga en 25 fardos en Cartagena.
El delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Ángel González, anunció ayer que ya se han iniciado los trámites de expulsión de los inmigrantes en situación irregular y que en los próximos años el litoral murciano dispondrá del mismo sistema de vigilancia que el Estrecho de Gibraltar.
Hasta la fecha, los argelinos que se trasladaban a España en situación irregular optaban por pasar al vecino Marruecos por la frontera de la provincia de Oujda, para entrar en Melilla e incluso en Ceuta. Tras pasar semanas en los centros de estancia temporal eran trasladados a la Península o expulsados a sus países de origen. Por eso, esta oleada de pateras podría inaugurar un flujo migratorio irregular controlado por las mafias, a semejanza de las ya existentes en el Estrecho de Gibraltar y en las Islas Canarias.
La diputada del PP por Murcia, Lourdes Méndez, preguntará en el Congreso "cuántos inmigrantes en situación irregular han entrado por las costas murcianas y qué efectivos son los que se han puesto en marcha para el control marítimo". Méndez acusó al Gobierno de "carecer no solo de políticas en cuanto al control de flujos, sino también en materia de repatriación y de integración".
Por su parte, el director general de Administración Local y Relaciones Institucionales del Gobierno murciano, Javier Iniesta (PP), mostró su "preocupación y sorpresa" por la oleada de pateras que están llegando a la costa murciana, y que "parece no tener fin", dijo. Iniesta consideró que "gracias a la policía local y a los bañistas se está detectando a las personas que llegan de forma irregular a las costas".
El director general destacó la ausencia de efectivos de los cuerpos de seguridad del Estado, "lo que viene a darnos la razón del gravísimo déficit de Guardia Civil que sufrimos".
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