Los talibanes liberan a dos de los 21 surcoreanos y amenazan con matar a un ingeniero alemán

Después de dos días de tergiversaciones, los talibanes liberaron finalmente ayer a dos rehenes surcoreanas, mientras retienen todavía a los otros 19 misioneros (la mayoría de ellos, mujeres) secuestrados hace tres semanas en el sur de Afganistán. Muy debilitadas y llorando a lágrima viva, Kim Gina, de 32 años, y Kim Kyung-Ja, de 37, fueron entregadas a la Cruz Roja Internacional por unos jefes tribales que actuaron de mediadores.

"Estoy bien, y mi amiga está bien", acertó a decir una de ellas mientras descendían del vehículo gris de Haji Zahir, uno de los líderes tribales que las había recogido en el pueblo de Araza, cerca de Ghazni, capital de la provincia donde están secuestrados los surcoreanos. Las mujeres, que según los testigos estaban "en condiciones bastante malas", fueron trasladadas hasta la sede de la Media Luna Roja en Ghazni. Allí las esperaba la delegación surcoreana que negocia desde hace cuatro días con los secuestradores.

La puesta en libertad de Kim Gina, artista de animación digital, y de Kim Jyung-ja, programadora informática, se esperaba con ansiedad desde el sábado, cuando los talibanes anunciaron que ya se encontraban de camino a Ghazni. El "malentendido" quedó resuelto ayer, pero el Gobierno surcoreano todavía pugna por la suerte de otros 19 compatriotas todavía en manos de los integristas. Otros dos misioneros fueron asesinados a finales de julio, después de que el Gobierno de Afganistán se negara a excarcelar a presos talibanes, como exigen los secuestradores.

Así las cosas, el Gobierno surcoreano ha entablado negociaciones directas con los talibanes. Hasta ahora no ha trascendido el contenido de las conversaciones que, según algunos mediadores, giran en torno a un sustancioso rescate.Los secuestrados pertenecen a la Iglesia Saemmul, una congregación presbiteriana de Seúl. El grupo había llegado a Afganistán el 13 de julio para llevar a cabo misiones humanitarias en hospitales y colegios, y fueron interceptados cuando viajaban en autobús hacia Kandahar.

La crisis de los rehenes surcoreanos ha eclipsado otro secuestro, el del ingeniero alemán Rudolf Blechschmidt, de 62 años, capturado el pasado 18 de julio. Los propios talibanes se encargaron ayer de recordar su existencia, con una llamada del rehén a la agencia France Presse. "Soy Rudolf Blechschmidt, mi vida está en peligro, necesito su ayuda", dijo, y explicó que sus secuestradores no tienen noticias de la Embajada alemana desde hace una semana. Blechschmidt fue secuestrado al sur de Kabul junto a otro ingeniero alemán, asesinado después por los talibanes.