"Nadie abandona su tierra si no es por necesidad"
Sus respuestas son contundentes. Su mirada siempre serena. Ofrece la imagen de una mujer muy segura al hablar.
Pregunta. ¿Cuándo era niña soñaba con conocer tanto mundo?
Respuesta. Siempre me gustó conocer mundo, pero la verdad es que nunca imaginé que visitaría tantos países que ni siquiera estaban en mi imaginación.
P. Sale de la aldea y abraza el universo. ¿Va del cero al infinito?
R. Es posible, porque cuando recorres tanto espacio, te alejas tanto y miras hacia Galicia, tienes la percepción de ser un punto muy pequeño en medio de tanta inmensidad.
P. Y se pierden las raíces.
R. En absoluto. Todo lo contrario, valoras más lo que eres y de dónde vienes.
P. Lo que se le quedó pequeño fue el mundo de la cultura.
"En la fundación Iniciativas 21 somos gente que quería un cambio y lo hemos logrado trabajando para el candidato adecuado"
"Si logramos erradicar la pobreza en los países de origen, nadie tendrá la necesidad de arriesgar su vida en un cayuco"
R. (Sonríe con rotundidad) No, ni mucho menos.
P. ¿Por qué lo dejó?
R. Porque la vida se anda por etapas. Me ofrecieron la oportunidad de dirigir la fundación Iniciativas 21, en un momento en que la gente de mi edad y situación debíamos apostar por un cambio en este país, y acepté ese cambio personal dentro de un proyecto colectivo. Esto no quiere decir que no retorne al mundo de la edición.
P. ¿Es tan complicado editar y vender libros como cuentan los editores?
R. Editar tiene partes muy complicadas pero lo que realmente resulta difícil es vender en un mercado cada vez más saturado, más globalizado, más salvaje.
P. Ruinoso, dicen muchos.
R. No es fácil encontrar hueco en el mercado, donde una editorial se posicione con identidad propia. Los libros caducan a los tres meses y es el único producto que se devuelve al fabricante. No es fácil especializarse ni encontrar el producto adecuado. De cuando en cuando se produce el milagro de que una pequeña editorial lo consigue y se afianza.
P. Yo conozco editores millonarios.
R. Los hay. Casi todos vienen del negocio de la venta a crédito, ahora en decadencia. También están los que apostaron por un camino literario y se convirtieron en referente, pero actualmente la situación es muy complicada y en gallego mucho más.
P. ¿Los editores gallegos son pocos y mal avenidos?
R. Son suficientes. ¿Mal avenidos? Estoy comprobando que, en todos los sectores, el de tu oficio es tu competidor y puede llegar a ser tu enemigo. Hay de todo. Están los solidarios y aquellos que no permiten que los pequeños levanten la cabeza.
P. Dice usted que volverá al papel impreso.
R. Es probable. Me quedan muchas etapas por andar e igual que nunca imaginé estar en un Gobierno, de momento, no quiero imaginar más allá de la responsabilidad que ahora tengo.
P. Cada vez hay más autoras, más editoras, más lectoras. ¿Es la literatura un mundo de mujeres?
R. No creo. Sucede que cada vez se da más oportunidad a la mujer en esos ámbitos y además lo hace bien. También sucede en el mundo de la cooperación. La mujer es líder en sí misma.
P. Desde Iniciativas 21 ustedes ayudaron a que Pérez Touriño llegara a Monte Pío. ¿Era la fundación una plataforma electoral o es un lobby que se mantiene?
R. (Ríe de forma sonora sin llegar a la carcajada) Ya se lo he dicho. Somos gente que quería un cambio en este país y lo hemos conseguido trabajando duro para el candidato adecuado, creando un discurso nuevo, siempre apoyando al partido. La fundación sigue su camino. Es cierto que algunos estamos en el Gobierno, pero aún queda mucho que hacer por Galicia desde esa plataforma.
P. ¿Son insuficientes los partidos?
R. En algún aspecto sí. Sin embargo, iniciativas como la de nuestra organización, que desde la sociedad civil complementan las acciones de los partidos, han existido siempre. Pero los partidos son imprescindibles para la democracia. Hay que procurar que sean instrumentos eficaces y estén abiertos a los ciudadanos.
P. De la fundación a la cooperación internacional. ¿Un sueño inconfesable?
R. Ni siquiera era un sueño. No obstante, sí es un sueño estar desarrollando este trabajo político y social.
P. ¿Estamos en Galicia como para cooperar con el exterior?
R. Es un deber de cualquier Gobierno y de la ciudadanía en general cooperar con la gente más necesitada, dentro, naturalmente de las posibilidades de cada comunidad.
P. Lo suyo no son los gallegos del exterior que votan. Es la pobreza, el subdesarrollo... Aquí no estamos muy al tanto de esa solidaridad.
R. Cierto, mi departamento no tiene nada que ver con la emigración gallega. Los gallegos no pueden imaginar el trabajo tan tremendo que hacemos con una pequeña parte de sus impuestos para ayudar allí donde más se necesita. Estoy segura de que cuando se conozca crecerá la solidaridad porque somos gente solidaria que ha padecido la pobreza.
P. ¿Luchamos de este modo contra la inmigración ilegal?
R. Naturalmente. Nadie abandona su tierra si no es por necesidad. Si conseguimos que esos ciudadanos progresen en sus países, si erradicamos la pobreza, no tendrán necesidad de arriesgar sus vidas en un cayuco. Hay mucho por hacer en este sentido. Si el primer mundo quisiera no existiría este problema.
P. Están las mafias.
R. También se lucha contra ellas erradicando la pobreza y la falta de futuro que padecen quienes caen en sus manos.
P. Imagino que siempre tendrá las maletas hechas.
R. Casi.
P. En tiempo de vacaciones, ¿adónde programa su viaje?
R. A Castro Caldelas.
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