Comienza la quema controlada de parcelas para atajar la plaga de topillos
Se pretende que los animales salgan hacia las cunetas, en las que se ha colocado veneno
La Junta de Castilla y León ya ha iniciado la quema de las parcelas de cereal segado infestadas de topillos. El fuego arrasó más de 50 hectáreas de rastrojos en Fresno el Viejo (Valladolid) aunque los agricultores manifiestan cierto escepticismo porque las galerías que excavan los roedores son bien profundas. Sin embargo, al caer la tarde los agricultores observaron topillos en las cunetas envenenadas, justo lo que esperaban, que el roedor se refugie en ellas o en los cortafuegos abiertos el martes. Hoy se prenderá lumbre en esa zona para seguir con la extinción del topillo.
El alcalde de Fresno, Ángel Luis Navarro, miraba ayer por la tarde-noche si había topillos en las hectáreas quemadas. "No los veo, sin embargo en las cunetas sí que los estoy viendo. Hay menos, pero es lo lógico, que salgan y se vayan a la cuneta", decía. Muchos alcaldes en Castilla y León están expectantes por los resultados que pueda producir la quema de parcelas en la extinción del topillo. Son prácticas un poco a ciegas, más guiadas por el sentido común que por un protocolo científico, que no existe. "Efectivo tiene que ser, porque el fuego les ha quitado la comida que tenían en el campo y algunos hemos visto quemados por ahí, pero también es verdad que las huras son muy profundas y es posible que muchos ratones no se hayan enterado ni del fuego. Yo creo que se han quemado muy pocos, la verdad", decía por la tarde el alcalde de Fresno el Viejo.
"Algo hay que hacer"
De todas formas, los agricultores confían en que la quema, hoy mismo, del cortafuegos y el veneno repartido por las cunetas logre acabar con los que se hayan refugiado de la parcela quemada. "Algo hay que hacer, si esto no sirve se intentarán otras cosas, vamos a observarlo y si da resultado quemaremos más parcelas. En Fresno hay que quemar unas 400", explicó el alcalde. La Junta ha señalado otros cinco pueblos donde se quemaría de forma preferente en Ávila, Palencia, Salamanca, Segovia y Valladolid, pero siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, por el riesgo de incendios. En la quema de ayer se contó con la colaboración de los bomberos de la Junta y de la diputación provincial. También el Seprona vigiló que el fuego no se escapara de la zona delimitada y fueron los agricultores los que prestaron su trabajo y sus tractores para tratar de acabar con esta pegajosa plaga. "Los bichos son listos, ellos tratan de engañarnos y nosotros a ellos. Esto es como de dibujos animados, pero a ver... También sonaba a chiste cuando hicimos las trampas de agua, pero caían, gracias a eso recogemos alrededor de la piscina unos 500 diarios y los primeros días hasta 1.000", comenta Navarro.
Los afectados temen también que el fuego expulse a los ratones hacia los regadíos colindantes y se está poniendo veneno alrededor de estas parcelas. El veneno se deposita en tubos para que el ratoncillo tenga acceso a él, pero no el resto de los animales.
La plaga, según el mapa que maneja la Junta de Castilla y León afecta, en mayor o menor medida, a todas las provincias de la región. El alcalde de Villalar de los Comuneros (Valladolid), Pablo Villar, dijo ayer que se está planteando denunciar a la Junta por su actuación en la erradicación de esta plaga, porque consideran que no se están tomando medidas eficaces para el exterminio de los topillos. Lo que se está haciendo, dijo a la agencia Servimedia, son actuaciones "publicitarias y propagandísticas que no controlarán la plaga y ellos lo saben".
Desde la Consejería de Agricultura se aseguró ayer que contaban con el beneplácito de Europa para quemar las parcelas. Esta práctica necesita un permiso excepcional por parte de Bruselas, porque la política agraria común prohíbe quemar si se quieren percibir ayudas.
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