El plan del Gobierno ha aumentado en 91 hectómetros cúbicos el agua disponible

La desaladora que el Gobierno construye en Torrevieja es la mayor de Europa y la que más quebraderos le ocasiona por la oposición activa del Consell. La planta, la mayor obra del programa hídrico del Gobierno para garantizar el abastecimiento en la Comunidad Valenciana en sustitución del derogado trasvase del Ebro, producirá 80 hectómetros cúbicos anuales. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, visitó ayer la planta y destacó que las obras del plan aportan ya 91 hectómetros cúbicos de agua disponible, casi un tercio de lo previsto en el trasvase del Ebro.

La titular de Medio Ambiente defendió con cifras que el Gobierno "garantiza agua para siempre" para el suministro a ciudadanos y la actividad económica más allá de sequías como la actual. Obras como la de Torrevieja, añadió, forman parte "de nuestro compromiso con la Comunidad Valenciana". Narbona aseguró que entre el ahorro de agua de las obras de modernización de regadíos acometidas y las desaladoras de San Pedro del Pinatar (parte de cuya agua se distribuye en Alicante) y la que se ultima en Alicante, se ponen a disposición de los valencianos 91 hectómetros cúbicos de agua más que al inicio de la legislatura.

La ministra hizo estas declaraciones tras visitar las obras de la desaladora de Torrevieja, que culminarán a finales de 2008. La planta producirá inicialmente 80 hectómetros cúbicos de agua, que se elevarán a 120 hectómetros cúbicos, para el consumo urbano y el campo de Alicante y Murcia.

Narbona aseguró que el Gobierno seguirá trabajando "a pesar de todas las dificultades", en referencia a los distintos intentos del Consell para abortar una obra que no han dudado en calificar como "central nuclear del mar", en palabras del ex consejero Esteban González Pons. La ministra insistió en que se está cumpliendo la legislación y recordó que tanto la Unión Europea (que aporta financiación a la planta) como el Tribunal Constitucional han avalado la actuación del Ejecutivo español frente a las denuncias de la Generalitat. También anticipó, en referencia a la decisión del Consell de rechazar la autorización de vertido al mar de la salmuera procedente de la desaladora de Torrevieja, que el Gobierno utilizará "todos los cauces del Estado de derecho" para lograr la autorización. "Espero que la Generalitat abandone actitudes contrarias a los intereses de los valencianos", dijo.

Preguntada por el Estatuto de Castilla-La Mancha, donde se fija para 2015 la caducidad del trasvase Tajo-Segura, Narbona dejó claro que la gestión del trasvase corresponde al Gobierno y anticipó que las Cortes modificarán el documento "en todo aquello que no se atenga al ordenamiento constitucional".

La visita de Narbona atizó la crítica del Consell. La secretaria autonómica de Medio Ambiente, María Ángeles Ureña, calificó de "lamentable provocación" la visita de la ministra a Torrevieja y recalcó: "La planta es un proyecto ambientalmente insostenible".