Ministra y aguadora eventual a pie de playa

Cristina Narbona no sólo habló si no que aliñó su defensa de la desalación predicando con el ejemplo. La ministra se sumó ayer en Guardamar al inicio de la campaña en pro de la calidad del agua desalada. La iniciativa arrancó con el reparto de botellines de agua desalada de la planta de San Pedro del Pinatar (Murcia) entre los bañistas.

Entre el público había división de opiniones. "Hay un charco que no se seca y que hay que aprovechar", sentenciaba Antonio Ortiz, mientras apuntaba hacia el mar. Otra bañista, María Luisa Mira, comentó: "He venido a oír a la señora ministra porque creo que está haciendo todo lo que puede", aseguraba.

"¿Es una marca de agua nueva?", preguntaba en tono irónico una turista a su amiga. Y como para gustos, colores, en este caso sabores, algunos "catadores" se mostraban críticos: "Se nota que está algo salada", aseguraba otra bañista impaciente por ver a la ministra pegar un trago de la botella.

El agua de las desaladoras de Alicante, resumió la ministra, ha logrado "garantizar el consumo de agua" en este verano, el de la "peor sequía que ha sufrido España".

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