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Reportaje:

Un platillo en el garaje

Una empresa de EE UU lanza un vehículo redondo que se eleva tres metros sobre el suelo y alcanza los 80 kilómetros por hora

Pablo Linde

¿Es un coche? ¿Es un avión? No. Es un platillo volante. Tiene 5,4 metros de largo, 2,7 de ancho y ocho motores que lo propulsan en un despegue completamente vertical hasta alcanzar tres metros de altura. Se trata del último invento de la empresa estadounidense Moller, el M200G, cuyas primeras unidades saldrán a la venta en octubre.

Su forma recuerda a los platillos voladores de películas de los años cincuenta y sesenta como Plan 9 from Outer Space de Ed Wood. También su funcionamiento. Se eleva sobre el suelo y avanza suspendido en el aire. Pero ni puede hacer viajes espaciales ni está pensado para el transporte cotidiano.

"El M200G es más bien un vehículo de recreo, para ser utilizado fuera de la ciudad", explicó ayer un portavoz de la empresa. Por eso, para pilotarlo no es necesario ningún permiso de conducción ni vuelo. "En Estados Unidos no está considerado como una aeronave, porque no se eleva lo suficiente. Cualquier adolescente lo puede manejar en el campo, por ejemplo".

Para despegar necesita diez metros cuadrados de superficie y, una vez en el aire, puede llegar a una velocidad de 80 kilómetros por hora. El paseo sobre la tierra no dura más de una hora y media: la autonomía que le aportan los 150 litros de gasolina que caben en su tanque.

Este capricho saldrá por unos 70.000 euros en su versión más barata. Como en cualquier coche, extras como airbags, navegadores o equipos de música pueden encarecerlo.

La empresa Moller tiene pensado fabricar de forma casi inminente seis modelos que servirán para la exhibición y las primeras ventas. En los próximos 12 meses quieren hacer otros 40, y hasta 3.000 más en el año siguiente, explicó un portavoz. Según dijo, las peticiones para adquirirlo ya se acumulan en la sede y la página web (www.moller.com). También tiene que explicar que no, "no sirve para ahorrarse atascos".

Imagen del M200G, de la empresa Moller.
Imagen del M200G, de la empresa Moller.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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