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CÁMARA OCULTA
Columna
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Cálido verano, ardiente otoño

O un verano que amenaza tormenta. La Federación de Entidades y Empresarios de Cine de España (FEECE) ha estado repartiendo un díptico contra la nueva ley del cine en las salas de su incumbencia que, según proclaman ellos mismos, son "las mejores de Europa, pero las peor tratadas". Hasta hace poco se ha estado proyectando antes de cada película un spot publicitario en el que se ve una imagen en negro con el lema "Con la nueva ley del cine éste es el futuro que le espera a nuestras pantallas". Esto motivó algunas protestas de espectadores en páginas de Internet. Los spots se han retirado provisionalmente de las 3.500 pantallas en que se exhibían, como símbolo de tregua ante la llegada del nuevo ministro de Cultura.

La campaña de los exhibidores contra la ley se inició con la huelga del lunes 18 de junio, y se ha prolongado en las taquillas de los cines que muestran cartelitos contra la cuota de pantalla. Quien esto escribe vio uno de ellos al ir a comprar una entrada para El café solo o con ellas que, independientemente de sus calidades, se ha transformado, de momento, en la película española más taquillera del año en curso. ¿No es peculiar que cierre un cine precisamente con la película de mayor éxito?

Y el otoño amenaza con ponerse al rojo vivo, especialmente cuando el proyecto de ley aprobado por el Gobierno comience a discutirse en el Parlamento. Para entonces, los exhibidores podrían recrudecer su campaña, incluso boicoteando la exhibición de películas españolas. No ocultan su disposición a batallar a fondo con todas sus municiones. La declaración de guerra es inequívoca: "A partir de ahora las salas de cine españolas han decidido proyectar solamente cine que interese a los espectadores y no aquel que impone el Gobierno para favorecer a unos productores poco interesados en hacer un cine en sintonía con el público".

Así tenemos el patio. Precisamente es en otoño cuando suele estrenarse un batallón de películas españolas, a veces las más esperadas. Recordemos que este año, entre otras, verán la luz por esas fechas las nuevas obras de Saura, Guerín, De la Iglesia, Martínez Lázaro, Querejeta, Medem, Bollaín, Suárez, Camus. Gutiérrez Aragón, Uribe, Garci, Herrero..., es decir, parte de lo más granado del cine español. ¿Las podremos ver sólo en las salas de cines ajenas a esta asociación? ¿O no llegará la sangre al río? La respuesta, tras el tórrido verano.

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