Detenido un ex agente del CNI por vender información a los servicios secretos rusos
Roberto Flórez dejó voluntariamente el centro en febrero de 2004 cuando iba a ser investigado
En un gesto sin precedentes, el jefe de los espías españoles, Alberto Saiz, reveló ayer en rueda de prensa la primera detención de un agente doble en la historia del servicio secreto español. El ex miembro del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Roberto Flórez García fue detenido a las 8.30 del lunes en Tenerife acusado de haber vendido información clasificada a los servicios secretos rusos entre diciembre de 2001 y febrero de 2004. El agente, a quien la juez imputa por traición, dejó voluntariamente el CNI cuando estaba a punto de ser investigado.
Aunque Saiz no quiso revelar a qué país vendió Flórez su información, fuentes conocedoras de la investigación confirmaron que los receptores de la misma fueron los servicios secretos rusos. De hecho, este sargento de la Guardia Civil, que estuvo 12 años destinado en el centro de inteligencia, hizo todo lo posible por ir destinado al área de la División de Contrainteligencia dedicada a neutralizar la actuación de los agentes rusos en España.
Lo logró en enero de 2004, aunque por poco tiempo. Sólo un mes después, tuvo un "altercado de seguridad", según las fuentes consultadas. Ante la amenaza de ser sometido a una investigación por esos hechos, Flórez pidió la baja voluntaria. Y se marchó sin que nadie hiciera mayores averiguaciones.
Saiz dijo ayer que, cuando accedió a la dirección del servicio secreto, en abril de 2004, no se le explicó lo sucedido con el ex agente. Fue un incidente en el área de contrainteligencia que se produjo un año después, en julio de 2005, y que relacionó con otros episodios acaecidos en 2002 y 2003, lo que le hizo albergar "serias sospechas" de que el CNI "podía haber sido infiltrado por algún servicio de inteligencia extranjero".
La investigación interna desarrollada a lo largo de los dos últimos años por un equipo nombrado al efecto llegó a la conclusión de que fue "el propio Flórez quien ofreció sus servicios, en diciembre de 2001", a agentes extranjeros "a cambio de compensaciones económicas" sustanciosas.
El CNI puso esta información en manos de la fiscalía hace tres semanas y a las 8.30 del lunes el ex agente fue detenido en el Puerto de la Cruz (Tenerife), donde residía, pues tras darse de baja en el servicio secreto y reingresar fugazmente en la Guardia Civil, pidió la excedencia para trabajar como consultor. La policía ha registrado su domicilio y su despacho profesional, donde se ha incautado de abundante documentación clasificada, que se ha incorporado al sumario, declarado secreto.
Está previsto que Flórez pase esta mañana a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Puerto de la Cruz, según informa Juan Manuel Pardellas. La juez le imputa un delito de traición que el Código Penal castiga con seis a 12 años de cárcel, y subsidiariamente otro de revelación de secretos relativos a la defensa nacional. También se investigan posibles delitos económicos y fiscales.
El director del CNI aseguró ayer que las revelaciones realizadas por el ex agente "no han afectado en ningún momento a la seguridad de España, ni tampoco a otras organizaciones como la UE o la OTAN". Sí reconoció que había causado "daños internos" en el servicio secreto, puesto que se habrían filtrado "procedimientos, estructuras e identidades de decenas de miembros".
Saiz no descartó que entre los nombres filtrados figurasen los de los siete agentes asesinados en Irak en noviembre de 2003, pero a continuación desvinculó por completo ambos hechos. Las fuentes consultadas dijeron que el interés de los espías rusos se centraba en la identidad de los agentes españoles encargados de controlarlos, para así poder actuar en España con total impunidad.
Violación del código
El director del CNI señaló que el descubrimiento de este caso obligará a replantearse la relación con el servicio extranjero que compró a Flórez, pues supone una violación del código de conducta que rige sus relaciones, pero negó que vaya a afectar a las relaciones entre Estados.
"Tenemos que resolver este asunto de forma que no afecte a las relaciones de nuestros países", dijo Saiz, sin mencionar en ningún momento a Rusia. Se da la circunstancia de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene previsto viajar a finales de septiembre a Moscú y reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Lo habitual ante un caso como el protagonizado por Flórez es que se expulse al agente extranjero que compra la información secreta. Las fuentes consultadas indicaron, sin embargo, que ello no será posible, pues el receptor de la misma ya habría fallecido.
Saiz reconoció que en el pasado se han producido "fugas de información" en el CNI, pero ninguna comparable a ésta. Aseguró, no obstante, que los daños causados por la traición "ya han sido repuestos en lo posible" y que, "aunque los datos fueran útiles [en su momento] para el servicio de inteligencia extranjero, ahora son de interés menor por los cambios introducidos y por el propio paso del tiempo".
El CNI se vio obligado a variar algunos de sus procedimientos y estructuras internas, así como a cambiar el destino de muchos de los agentes quemados por las revelaciones de Flórez.
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