AVE reclama a Camps que lidere un modelo económico más ambicioso

La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) reclama, en un documento titulado no por casualidad La Gran Ocasión, al presidente de la Generalitat que lidere desde posiciones apartidistas la puesta en marcha de un modelo económico más ambicioso que el actual para la Comunidad Valenciana. AVE articula su proyecto alrededor de cinco ejes estratégicos y reclama la necesidad de aunar esfuerzos "de organizaciones con misiones y objetivos diferenciados" para que sus "diferentes intereses se vean reflejados y mutuamente potenciados" en torno a un proyecto liderado por Francisco Camps.

"La formación en conocimientos científicos, en capacidades comunicativas y de reflexión es fundamental para una economía creativa"

"En el sistema de liderazgo es pieza clave la figura de la Presidencia de la Generalitat, que debe contar e implicar a los líderes (individuales o colectivos) de las organizaciones políticas, económicas y sociales de la sociedad valenciana, para conseguir los objetivos que se propongan". AVE es clara a la hora de exigir la unión de esfuerzos en torno al liderazgo presidencial, que debe actuar como defensor de los intereses de todos y no de forma partidista. AVE llega a afirmar en su documento que la función de la sociedad civil debe ser constructiva "más que reivindicativa".

¿Cuáles son esos intereses, los ejes estratégicos necesarios para adaptar "la sociedad a los retos que plantea la economía global y del conocimiento? AVE los sintetiza en cinco apartados: Infraestructuras de transporte, recursos básicos y medio ambiente, sociedad de la información, sistema de innovación y sistema educativo, y desarrollo de músculo empresarial. Una "hoja de ruta" que tiene como objetivos ampliar y hacer más ambicioso el actual modelo económico valenciano, basado en el turismo y la construcción, y lograr un mayor protagonismo para la sociedad civil valenciana.

La figura adecuada para liderar el proceso, dice AVE, es la Presidencia de la Generalitat. Conseguirlo, sin embargo, requeriría "inteligencia y generosidad", e "implicar a los líderes individuales y colectivos de las organizaciones políticas, económicas y sociales". Y para lograr que grupos "con misiones y objetivos diferenciados" empujen hacia el mismo lugar es necesario articular "puntos de encuentro en los que los diferentes intereses se vean reflejados y mutuamente potenciados".

La receta de AVE, expresada en otras palabras, sería: dejen de lado el partidismo y la tendencia fratricida -la asociación considera un logro por ejemplo "la dilución de la confrontación lingüística"- y pónganse de acuerdo en un puñado de objetivos estratégicos. AVE sitúa en primer lugar "la accesibilidad y la rapidez de movimiento de personas y mercancías". Conseguir mejores infraestructuras, señala, exige buscar "alianzas estratégicas con actores de otras comunidades autónomas" y crear "plataformas valencianas en Madrid y Bruselas, a modo de lobbies en el sentido estricto y legítimo del término".

Se requiere, en segundo lugar, una gestión "eficiente y sostenible" de la energía, que AVE parece preferir renovable, pero sin descartar ningún tipo de generación que asegure mayor autoabastecimiento. Un plan acordado y "defendido por todos" para resolver el déficit de agua: a través del "conjunto de soluciones que técnica, medioambiental y económicamente más beneficioso". Y una protección del entorno natural; una "gestión racional del suelo" y un cuidado de la "calidad arquitectónica y urbanística" que resulta crítica para una sociedad "que apuesta por el turismo, el ocio y el atractivo residencial".

Las dos siguientes cuestiones están relacionadas: "implantación de las tecnologías de la información y de las comunicaciones" en las empresas, administración y sociedad en general para mejorar la competitividad. Y un fomento de la formación "en conocimientos científicos, en capacidades comunicativas y de reflexión", fortaleciendo la relación entre la industria, el mundo de la universidad y la investigación.

La asociación dedica el último apartado a la creación de grupos económicos y campeones sectoriales. "Las pequeñas y medianas empresas", afirman, "seguirán jugando un papel clave" y "continuarán generando mucho empleo". En los nuevos tiempos -"en una economía tan abierta como la que nos ha tocado vivir"-, sin embargo, "el futuro del tejido empresarial de los territorios" depende de "locomotoras empresariales con estrategia global".