Los restos de fuel llegan a aguas del parque natural de Ses Salines

Manchas del fuel vertido por el mercante Don Pedro, naufragado el pasado día 11, alcanzaron ayer los límites marinos del parque natural de Ses Salines de Ibiza, una de las zonas vírgenes de mayor interés ecológico y turístico del Mediterráneo. La batalla para evitar más daños se concentró en evitar que la contaminación (fuel, aceite y líquidos de la sentina del barco) alcance las playas. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, señaló que "prácticamente ya no hay mancha como tal", sino que es "una línea".

Los kilómetros de arenales vírgenes de Ses Salines suelen atraer a miles de bañistas. Ayer no fue una excepción. Mientras, las tres playas afectadas por la polución -Talamanca, Figueretes y En Bossa- permanecieron cerradas, protegidas por barreras flotantes absorbentes. Se han desplegado más de 5.000 metros de estas mangueras. Talamanca, protegida del viento, está con la orilla casi limpia, a la espera de los análisis de las aguas y de la arena para su reapertura.

Unas 300 personas, entre ellas 50 voluntarios de Protección Civil llegados desde Mallorca, afrontaron la cuarta jornada desde el inicio de vertidos contaminantes por el buque Don Pedro. En las tres calas urbanas vetadas se dedicaron a controlar las últimas manchas negras visibles y a retirar las que el mar arrastraba.

Se han recogido unas 100 toneladas de arena sucia, con unas cinco toneladas de fuel mezclado. La brisa de levante dispersó el reguero y la mancha "desagregada y muy líquida" de los vertidos hacia Sa Sal Rossa, la frontera de Ses Salines, a unos cuatro kilómetros del lugar del naufragio, explicó la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

"Las playas del parque no están afectadas", aseguró por la tarde Narbona. "La preocupación es lógica. Avanzamos y mantenemos todas las cautelas. El riesgo potencial de contaminación sólo se eliminará cuando se extraiga el combustible del barco, una operación fundamental", declaró a este diario Narbona, que ayer coordinó el operativo en Ibiza con el presidente del Gobierno balear, Francesc Antich.

Narbona dio el relevo a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que viajó por segunda vez a la isla para afrontar la crisis y avalar el plan de vaciado de los tanques del Don Pedro, tarea encargada por la naviera Iscomar a una empresa holandesa, que ha enviado el buque Jacomina. Magdalena Álvarez señaló que se había realizado un reconocimiento aéreo y que "prácticamente ya no hay mancha como tal" sino que es "una línea", y que los vertidos no han traspasado las barreras de contención.

El mercante Don Pedro, naufragó en la madrugada del pasado día 11 al embestir de proa contra un islote-peñón señalizado, Es Dau, ante el puerto de Ibiza, a una milla de la costa. El barco, de 143 metros de eslora, lleva en sus depósitos 125 toneladas de fuel y unas 25 de aceites.

La nave, cargada de una decena de vehículos y varias decenas de contenedores vacíos, se halla hundida a 43 metros de profundidad. Los tanques de combustible de la nave tienen respiraderos por los que emanó la contaminación. Los buzos sellaron estas salidas y repararon una cañería rota pero posteriormente detectaron otras tres fugas, dos de combustible y una de aceite, por las que aún fluyen aunque en cantidades inferiores. Estas salidas no han podido ser bloquedas debido al mal tiempo. La ministra de Fomento anunció que hoy se intentará realizar esa tarea.

Desde el naufragio, la referencia fija del accidente en Ibiza es la silueta del barco de Salvamento Clara Campoamor, de 80 metros de eslora. Esta nave opera con equipos de recogida de residuos de hidrocarburos, brazos flotantes y potentes bombas succionadoras de hidrocarburos en la mar. El Gobierno central asegura que es el mejor buque polivalente de Europa contra la contaminación.