Calatrava no testificará en el juicio contra el Ayuntamiento de Bilbao por su pasarela
El consistorio y las empresas demandadas rehusan pedir que declare el 25 de octubre
El juicio por la demanda del arquitecto Santiago Calatrava contra el Ayuntamiento de Bilbao se celebrará el 25 de octubre tras la falta de acuerdo entre ambas partes en la audiencia previa de ayer. La vista tendrá lugar sin la presencia de Calatrava, que fue sugerida en dos ocasiones por el juez. Pero los letrados de las partes demandadas (el consistorio y dos constructoras), rechazaron tan posibilidad. El magistrado advirtió de que la vista no será "una inquisición" sobre la calidad de la pasarela sobre la Ría sino que dirimirá si se vulneró el derecho del arquitecto a la integridad de su obra.
No hubo sorpresas y cada parte mantuvo sus posiciones en el litigio sobre el puente peatonal de Calatrava, el Zubi-zuri, por su conexión con el complejo de Uribitarte, abierta el pasado febrero. Los abogados de Calatrava insistieron en que la pasarela es una obra arquitectónica protegida por la Ley de Propiedad Intelectual y que el Ayuntamiento y las constructoras Vizcaína de Edificaciones y Lariam 95 vulneraron el derecho a la integridad de la obra, al conectar mediante un paso elevado la pasarela con al compleo urbanístico de Uribitarte sin contar con su opinión.
La letrada Antonia Magdaleno rechazó la posibilidad de un acuerdo que evite el juicio porque los demandados "han intentado desprestigiar" a Calatrava al invocar los problemas de losetas del puente -en los diez años desde su apertura se han tenido que sustituir las 550 que conforman la plataforma de la pasarela- y las polémicas con otras construcciones del arquitecto. "No se trata de decidir si Calatrava es un buen o mal arquitecto, sino si la [nueva] pasarela que se ha construido vulnera los derechos de autor", argumentó.
Lo estético y lo práctico
El abogado del Ayuntamiento, Gonzalo Ruiz, quien además es el jefe de la asesoría jurídica municipal, aseguró que "hemos sido respetuosos" con el creador y que la referencia a los otros proyectos pretende ilustrar "la forma de entender" de su arquitectura y debatir si prima más los valores estéticos que los prácticos. Rechazó un acuerdo con indemnización, "porque en realidad no hubo daño moral", y afirmó que las modificaciones no han han afectado sólo al entorno del puente.
Tanto el consistorio como las dos constructoras han aportado numerosos recortes de prensa sobre esta obra de Calatrava y uno de los letrados intentó incorporar uno más con unas declaraciones del arquitecto. El titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao, Edmundo Rodríguez Achútegui, lo desestimó y por dos veces sugirió a los demandados -la defensa de Calatrava no puede solicitarlo- que pidiesen la comparecencia del arquitecto en el juicio. "No parece muy razonable que no esté presente el demandante", razonó el magistrado. Pero los tres abogados defensores, que se intercambiaron gestos para decidir su respuesta, rehusaron pedir la comparecencia.
Tampoco asistirá el alcalde Iñaki Azkuna, quien ha acusado al valenciano de "pesetero del carajo" -la demanda exige una indemnización de hasta tres milones de euros-, al no pedirlo la defensa de Calatrava.
En la vista de ayer, el juez admitió todas las pruebas salvo el recorte de prensa y un informe pericial solicitado por los letrados demandantes, al plantearlo fuera de plazo. En el juicio oral comparecerán siete testigos: el director del estudio de arquitectura de Calatrava, Fernando Villalonga, y el arquitecto Emiliano González, que seguido los cambios en el puente peatonal, por parte de la acusación, y cinco peritos de las defensas.
Habrá además un reconocimiento judicial de la pasarela, el 22 de octubre, tres días antes del juicio, en la que el magistrado y las partes observarán directamente la conexión que se ha hecho con el complejo proyectado por Arata Isozaki.
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