Detenidos cuatro atracadores de joyeros en Torrelaguna

El Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Policía Metropolitana de Londres y la Agencia del Crimen Organizado del Reino Unido, ha detenido a cuatro personas que se dedicaban al robo de representantes de joyería. Se trata de tres hombres y una mujer, todos de nacionalidad colombiana, que actuaban en España y el Reino Unido. En Londres, la banda asesinó a dos personas el pasado 5 de junio. Se trataba de un colombiano y un español, antiguos compinches del grupo.

Los detenidos, originarios de Bogotá (Colombia), pertenecían a la banda denominada Los Carelocos. La policía facilitó ayer sus identidades. Eran César Moisés A. J., Marcela A. R., Carlos Fernando A. V. y Adan M. R. Su especialidad era el robo de representantes de joyería en el Reino Unido, país en el que cuentan con numerosos antecedentes.

Según la policía, por culpa de "graves discrepancias surgidas con motivo del reparto del botín obtenido en uno de los asaltos" el grupo tuvo una pelea en el barrio londinense de Clapham. Dos de los miembros de la banda murieron apuñalados por el resto del grupo. Uno era colombiano, de 28 años. El otro español, de 30.

La banda huyó entonces a España. Se instalaron en Madrid, donde intentaron vender en varias ocasiones las joyas robadas en sus asaltos.

Las autoridades británicas identificaron a uno de los autores del crimen, César Moisés A. J., que se movía con una identidad falsa mexicana. La Brigada de Crimen Organizado de la UDYCO (Unidad Contra Drogas y Crimen Organizado) del Cuerpo Nacional de Policía localizó una vivienda en Getafe (Madrid), donde se había instalado la banda. Para sus desplazamientos, informó ayer la Policía, utilizaban un coche BMW con matrícula británica.

Los colombianos notaron que la policía estaba tras sus pasos. Por ello, decidieron trasladarse a Francia. Tenían la idea de regresar desde allí hasta su país, Colombia, para huir de la justicia. Para ello, los detenidos habían conseguido unos pasaportes mexicanos y venezolanos con identidades falsas.

La policía abortó la fuga cuando el grupo repostaba en una estación de servicio de la autovía de Burgos (A-1). Los agentes inspeccionaron el vehículo y encontraron numerosas piezas de joyería de oro blanco con diamantes y otras piedras preciosas. Todas procedían de distintos asaltos a representantes de joyería cometidos en Londres. Su valor supera los 200.000 euros.

La banda había escondido el botín en el interior de una habitáculo preparado en el coche. Además, el grupo llevaba encima varios pasaportes falsos y 5.000 euros en efectivo, según afirmó la policía.

Estos delincuentes habían sido detenidos con anterioridad en España por su implicación en varios robos con fuerza y violencia.