El PNV acusa al PP de utilizar la violencia para ponerse medallas

"No es leal ni decente aprovecharse del fracaso del proceso de paz para ponerse medallas". Con este ataque al PP por su actitud obstruccionista en el proceso de fin dialogado de ETA y ventajista cuando ha fracasado, el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, quiso mostrar que está en las antípodas de los populares en ese tema. El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, alabó la actitud de los peneuvistas, que calificó de "ejemplar", ante el proceso.

La pretensión del presidente del PP, Mariano Rajoy, el pasado martes, de descalificar el intento fallido del presidente del Gobierno para un final dialogado del terrorismo marcó todo el debate del estado de la nación. Y más aún, al representante del PNV. "No sería decente ni coherente servirse del infortunio general para acudir al Parlamento para pasarle al Gobierno por las narices el fracaso de sus gestiones", insistió Erkoreka.

El portavoz del PNV se refería al pasaje de Rajoy en que éste espetó a Zapatero que ya le había advertido de que el proceso fracasaría y que no le había hecho caso. Y no contento con ello, le pidió algo inédito: las actas de las reuniones de los representantes del Gobierno con ETA, ante el asombro de los demás grupos.

Erkoreka aclaró ayer que él también había advertido a Zapatero, en el debate del estado de la nación del año pasado, de los riesgos del proceso porque "aunque la oportunidad de final dialogado de ETA que se abrió" hace dos años era "mejor que las anteriores" la posibilidad de fracaso era real porque "ETA sigue siendo la misma".

Pero el representante del Partido Nacionalista Vasco reconoció ante Zapatero la dificultad de estos procesos, la alta probabilidad de que fracasen y pese a ello, y a que el PNV no tuvo un papel protagonista en el diálogo recientemente fallido, reiteró su apoyo al presidente del Gobierno en su intento de acercar la paz.

Erkoreka fue aún más expresivo al señalar, en alusión a Zapatero, que "el que hace lo que puede, hace lo que debe" y, en consecuencia, "no puede reprochársele errores que, para la gente honesta, no computan, no deben computar".

Pero el representante del PNV miró, también, hacia el futuro, a otras posibles tentativas, pero sin olvidar la experiencia acumulada. "Este es el enésimo intento y el enésimo fracaso de terminar con el terrorismo, lo que obliga al Gobierno de turno a añadir más precauciones a la hora de iniciar un nuevo proceso".

Aconsejó a Zapatero que si se presenta otra oportunidad no la desprecie, que mantenga su "férreo compromiso" por la paz, pero que aplique "más realismo". Junto a ello, apeló al ex primer ministro británico Tony Blair para señalar que "siempre mantuvo un hilo de comunicación y de mutua confianza" ante los intentos de pacificación del Ulster.

El presidente del Gobierno escuchó con atención los consejos de Erkoreka, pero no se pronunció sobre ellos. Lo que sí hizo fue agradecer enfáticamente el apoyo que el PNV le ha dado durante el proceso para un final dialogado del terrorismo. "Su comportamiento ha sido ejemplar en todo este tiempo. Siempre guardaré ese recuerdo, lo proclamaré y lo defenderé, porque he sido testigo directo de los principios que atesora el PNV como partido democrático", dijo Zapatero con un hilo de emoción en su voz.

El cruce de elogios a la hora de abordar la lucha antiterrorista entre Erkoreka y Zapatero no fue óbice para que confrontaran cuando el representante del PNV acusó al jefe del Ejecutivo de incumplir el desarrollo estatutario vasco, materia en la que llegó a compararle con su antecesor, José María Aznar, lo que irritó a Zapatero. "Va a tener serias dificultades para convencer a los ciudadanos vascos de mis coincidencias con Aznar y si lo hacen van a perder su respaldo", le dijo Zapatero.

El presidente retó a Erkoreka a abrir un debate sobre el autogobierno vasco. Fue su respuesta a las quejas de Erkoreka de que el Gobierno central rechazara la propuesta estatutaria de Ibarretxe y no avanzaran las reclamaciones que el PNV plantea sobre el Estatuto vigente.