Álava y Guipúzcoa se suman al estancamiento del sector del Metal

El sector del Metal lleva cuatro años con serios problemas. Si el lunes la patronal vizcaína se levantó de la mesa, ayer los problemas llegaron en las patronales de Guipúzcoa y Álava. Adegi, que sí firmó el convenio de 2006, suspendió las negociaciones para 2007 en la mesa sectorial, para hacer un último intento a base de contactos bilaterales. El SEA reiteró ayer en Álava que quiere un aumento de jornada y vincular los incrementos salariales a la productividad.

De los 165.000 trabajadores del sector del metal en Euskadi, el 44%, 72.375, están empleados en pequeñas y medianas empresas de hasta cincuenta trabajadores. Se trata del mayor colectivo del sector y el más vulnerable ante la ausencia de regulación provincial. Álava y Vizcaya están sin convenio desde 2003, y en Guipúzcoa lo firmaron el pasado año. Ese ritmo desacompasado ha hecho que los salarios sean hasta un 43% más bajos en Álava y Vizcaya q ue en Guipúzcoa.

La patronal alavesa, SEA, mantuvo ayer las mismas posiciones que en la anterior reunión de abril, cuando planteó un aumento de la jornada laboral en el sector para "garantizar la competitividad y el empleo".

Según informó la patronal tras la reunión, SEA ha dejado claro a las centrales sindicales que su planteamiento negociador es ajeno a los cambios en los órganos rectores de la misma, tras la marcha de su presidente, Carlos Zarceño.

El SEA sostiene que hay que incrementar la competitividad de un sector que presenta claros problemas en este campo y la medida es aumentar la jornada laboral unas ocho horas al año durante el periodo 2007 a 2009, es decir, 24 horas, tres jornadas integras.

Para las patronales alavesa y guipuzcoana, finiquitada ya la lucha por las 35 horas, lo que hay que hacer es imitar ese tipo de medidas que, para mantener el empleo, están adoptando ya las fuerzas sociales en otros países como Alemania y Francia.

Pero es que además plantean la necesidad de vincular a través del convenio colectivo los incrementos salariales con la productividad, y no ligarlos únicamente a la evolución del IPC. También proponen reconducir a través del convenio la situación generada por lo que califican de "crecimiento importante" del absentismo laboral.

En el caso de Álava el SEA estima que las horas no trabajadas han aumentado un 34% desde 1998, cifrándose en 2,5 millones las horas perdidas en el último año, lo que supone unos costes laborales directos que superan los 55 millones de euros.

Según datos de la patronal alavesa más del 60% del absentismo generado se debe a bajas por enfermedades comunes, que se han disparado en los últimos años.

Adegi añade además que a los altos costes laborales hay que sumar el incesante aumento de los precios de las materias primas. Una situación que, de no reconducirse, va a hacer peligrar de forma seria el empleo en el sector, concluyó la patronal.

Los empresarios guipuzcoanos se levantaron ayer de la mesa sectorial, pero van a dar una última oportunidad a los sindicatos y van a iniciar una serie de contactos bilaterales para explorar la viabilidad de un acuerdo. La patronal convocará nuevamente a las centrales sindicales antes de finalizar el mes de julio para evaluar los resultados de los contactos mantenidos y decidir si vuelven a abrir la mesa sectorial o se acaba la negociación de 2007.