Repsol prepara los robots submarinos para inspeccionar el pecio del 'Prestige'

La empresa Repsol-YPF ya está preparando los robots submarinos que utilizará este verano para inspeccionar el estado del pecio del Prestige, el petrolero hundido hace cuatro años y medio a 4.000 metros de profundidad a 240 kilómetros de la costa gallega, según confirmó ayer en el Parlamento el número dos de la Consellería de Pesca, Miguel Ángel López. La petrolera fue la encargada de rescatar el fuel de los tanques del barco en una complicada y costosa operación desarrollada en el año 2004.

El secretario general de la Consellería confirmó también que del pecio siguen saliendo unos 20 litros de fuel cada día, la misma cantidad que cuando la fuga fue detectada el pasado otoño.

La operación de inspección, aprobada por el Consejo de Ministros el pasado mes de marzo, costará tres millones de euros y será sufragada íntegramente por el Gobierno central.

En las bodegas del barco se calcula que todavía hay unas 1.500 toneladas de hidrocarburos. Repsol tiene la encomienda de comprobar el estado en el que se encuentra el casco del petrolero, que se rompió en dos mitades en el momento de su hundimiento.

Al mismo tiempo, un equipo técnico científico está realizando, también por encargo del Gobierno central, un plan a medio y largo plazo con el objetivo de "trasladar las máximas garantías" sobre la evolución futura de los vertidos, explicó López.

Dudas

Bieito Lobeira, diputado del BNG, lamentó que a estas alturas haya que seguir ocupándose del petrolero y subrayó la importancia de que el Gobierno gallego se mantenga al tanto de la operación. Lobeira expresó también sus dudas acerca de los efectos que las fugas del pecio puedan estar teniendo en la costa gallega y recordó que sigue sin conocerse el origen de las manchas de fuel que periódicamente alcanzan el litoral de Galicia.

El Instituto Español de Oceanografía organizó entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre pasados una campaña especial en la remota zona del hundimiento. Los científicos se trasladaron a esta área en el buque oceanográfico Cornide de Saavedra después de ser alertados meses antes por otros investigadores de que había manchas e irisaciones en el lugar del naufragio.

Tras analizar las 150 muestras recogidas en aquel viaje, los investigadores concluyeron que el pecio suelta fuel. Los responsables de la expedición redactaron un informe en el que, teniendo en cuenta que el Gobierno y Repsol cifran en sólo 700 toneladas el hidrocarburo que permanece en los tanques, recomendaron que se realizasen únicamente labores de control de las manchas, a pesar del cual el Gobierno ha ordenado la inspección del pecio.