Fujimori aspira a un escaño en Japón para no ser juzgado en Perú

La candidatura del ex presidente peruano Alberto Fujimori al Senado japonés en las elecciones del 29 de julio está pendiente del juicio de extradición que pesa en su contra, señaló ayer un portavoz del ministerio nipón de Exteriores. Fujimori se halla en arresto domiciliario en Santiago de Chile a la espera de que un juez decida sobre su extradición a Perú por varios delitos de corrupción. El político, de 68 años, reúne los requisitos para ser candidato en Japón.

Fujimori tiene la doble nacionalidad peruana y japonesa. Su eventual elección le permitiría evitar la justicia en Chile, pues le daría inmunidad parlamentaria, y frenaría su potencial extradición a Perú, a la vez que supondría un mayor respaldo a su caso por el Gobierno japonés. Fujimori ha anunciado que se presentará en las listas del Kokumin Shinto (Nuevo Partido del Pueblo), pequeña formación de derechas creada en 2005 por disidentes del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), del primer ministro, Shinzo Abe, con la que pretende concurrir para obtener uno de los escaños adjudicados de manera proporcional a cada partido. De este modo, no tendrá que concurrir por distrito determinado.

Procesado en Chile por dos delitos de violaciones de derechos humanos y 10 de corrupción durante su etapa como presidente de Perú (1990-2000), en su tercer mandato Fujimori buscó refugio en Japón, donde permaneció hasta 2005. En ese año viajó a Chile, país en el que fue detenido y donde se halla en arresto domiciliario.

Si resultara elegido parlamentario japonés, Fujimori podría obtener inmunidad como legislador y frenar su posible deportación a Perú para afrontar las causas pendientes con la Justicia. En una entrevista en Santiago de Chile, el antiguo mandatario peruano negó el miércoles que intente evitar la acción de la Justicia y manifestó que deseaba utilizar "su experiencia como presidente durante 10 años para trabajar a favor de Japón y del mundo".

En Japón, país de origen de sus padres y donde él mismo nació, Fujimori vivió libremente tras su huida de Perú, ya que las autoridades japonesas hicieron valer la ausencia de un tratado de extradición entre ambos países. De este modo, el Gobierno japonés protegió al prófugo, a pesar de una orden de busca y captura dictada por Interpol.

Si Fujimori obtuviera un escaño en las filas del Nuevo Partido del Pueblo, que en la actualidad cuenta con cuatro, podría mantenerlo incluso en el caso de que no asistiera a ninguna sesión de la Cámara Alta, según establece la normativa electoral japonesa. "Confío firmemente en que el señor Fujimori, como el último samurai, aporte vigor a la sociedad japonesa actual, carente de valor, confianza y benevolencia", ha señalado el presidente del Nuevo Partido del Pueblo, Shizula Kamei. En primer lugar, Fujimori había solicitado el apoyo del Partido Democrático de Japón, la principal fuerza de la oposición, pero su petición fue rechazada, indicó el secretario general de esta fuerza política, Yukio Hatoyama.

Un total de 121 escaños serán elegidos en los comicios de julio para el Parlamento japonés, del total de 242. Los primeros 73 se otorgarán a los candidatos que concurran por distritos, mientras que los otros 48 se concederán por un método proporcional por el que los votantes pueden decantarse por un nombre de un candidato o por un partido, sin orden. Este sistema ofrece a Fujimori las mismas posibilidades que al resto de sus correligionarios del Nuevo Partido del Pueblo.

Fujimori, que ha avanzado que realizará su campaña en Internet, ha anunciado que, si se convierte en senador japonés, le gustaría hacer de "puente" para una mayor inversión de Japón en Perú.