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Reportaje:

Mucho hidrocarburo y mala gestión

Crecen las críticas internas a la política económica de Ahmadineyad

Ángeles Espinosa

Despilfarro de los ingresos del petróleo, aumento de la pobreza, políticas inflacionistas... La mala gestión económica de Irán ha llevado a un grupo de 57 economistas a escribir una carta abierta al presidente, Mahmud Ahmadineyad, pidiéndole un cambio de estrategia. Las acusaciones, de las que esta semana se ha hecho eco la prensa local, son especialmente graves para un líder que ganó las elecciones con la promesa de poner los beneficios del petróleo al servicio de los iraníes.

"Las políticas monetarias y bancarias aplicadas van en contra de los objetivos de justicia declarados por el Gobierno", advierten los economistas, entre los que se encuentran Hosein Abdeh Tabrizi, ex síndico de la Bolsa de Teherán, y Mohamed Satari-far, ex jefe de la Agencia de Planificación y Presupuesto. La carta denuncia también que la política exterior "no ha sido constructiva". Los expertos señalan que las sanciones de la ONU por el programa nuclear han dañado el comercio y las inversiones extranjeras.

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No hace falta ser economista para darse cuenta de que algo va mal. Los ciudadanos, la prensa y hasta los diputados se quejan del desorbitado aumento de los precios. Hace unos meses, cuando el kilo de tomates casi duplicó su coste, un diputado preguntó al presidente si sabía lo que habían subido. "En mi barrio siguen costando lo mismo", respondió Ahmadineyad, dando lugar a todo tipo de bromas sobre las ventajas de comprar en la misma tienda.

Pero la inflación del 17% que el Banco Central ha previsto para el año fiscal (de marzo de 2007 a marzo de 2008) no es ninguna broma. Más aún cuando extraoficialmente muchos economistas la elevan al 20%, mientras que el aumento salarial fijado para el periodo ha sido del 10%. Estos desequilibrios afectan sobre todo a los sectores más modestos que apoyaron a Ahmadineyad.

"El coste de las decisiones no científicas y precipitadas es muy grande y no tiene vuelta de hoja (...), sobre todo para las capas con los ingresos más bajos", señalan los economistas críticos.

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Aunque las estadísticas no son precisas, las cifras manejadas por la prensa local y por algunos diputados estiman que 10,3 millones de ciudadanos (15%) viven por debajo del umbral de pobreza (menos de un euro al día). En un pleno consagrado a este asunto, Fatemeh Alia, líder del grupo de mujeres parlamentarias, dijo que además otros 17 millones necesitan algún tipo de asistencia.

Estas cifras resultan especialmente sangrantes en un país que tiene las segundas reservas mundiales de hidrocarburos y cuyos ingresos por venta de petróleo rondaron los 40.000 millones de euros el año pasado. Los economistas afirman que el Gobierno esta "despilfarrando los recursos petroleros".

En general, existe la percepción de que si bien los fundamentos económicos del país no son malos, hay un serio problema de gestión. Fuentes gubernamentales señalan que la presión inflacionaria se arrastra de Gobiernos anteriores y que están controlando los precios. Sin embargo, el considerable aumento de la liquidez para el año en curso, que se estima en un 40%, actúa en sentido contrario. Además, los expertos cuestionan la cifra de dos millones de empleos que el Gobierno asegura haber creado desde que Ahmadineyad asumió la presidencia en agosto de 2005.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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