Los inspectores atómicos de la ONU regresan a Corea del Norte
Los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) regresaron ayer a Pyongyang para "negociar el proceso de verificación del cierre y sellado" de la principal central nuclear norcoreana, la de Yongbyon, casi cinco años después de que fueran expulsados. La visita forma parte del acuerdo alcanzado en febrero durante las negociaciones multilaterales celebradas en Pekín, por el cual Corea del Norte se comprometió a poner fin a su programa nuclear a cambio de ayuda.
El Gobierno de Kim Jong-il aseguró el lunes que seguirá adelante con el pacto y cerrará Yongbyon, porque los fondos que le habían sido retenidos en el Banco Delta Asia de Macao han sido finalmente liberados. EE UU había puesto este banco en la lista negra y cortó el acceso de Pyongyang al sistema financiero internacional, tras acusar a Delta Asia de blanquear dinero norcoreano. También argumentó que el régimen estalinista estaba fabricando billetes de dólares falsos.
Christopher Hill, negociador estadounidense en las conversaciones a seis bandas para el desmantelamiento del programa nuclear -en las que también participan China, Rusia, Japón y Corea del Sur-, ha afirmado que cree que la paralización del reactor se producirá en tres semanas y que espera que esté completamente desmantelado para finales de año.
"Creo que Corea del Norte hará ahora lo que se le ha pedido que haga", dijo ayer Olli Heinonen, director general del OIEA, que encabeza la delegación de cuatro personas que estará en el país hasta el sábado. Los expertos del organismo de la ONU no dijeron si se les permitirá visitar la central, cuyo reactor es susceptible de producir plutonio de uso armamentístico.
Ejecución del acuerdo
Hubert Pirker, responsable de un grupo de parlamentarios europeos que ha estado esta semana en Corea del Norte, se mostró también optimista y dijo que el Gobierno de Kim Jong-il parece dispuesto a cumplir sus compromisos. "Nos dijeron en una respuesta muy clara: 'Lo haremos, seguiremos el contrato, lo realizaremos lo antes posible, quizá a lo largo del mes que viene", aseguró Pirker que le comentaron sus interlocutores sobre la implementación del acuerdo.
Pyongyang se comprometió en febrero a detener Yongbyon en un plazo de 60 días -que finalizaba a mediados de abril-, mientras que EE UU dijo que levantaría el bloqueo de los fondos en 30 días. Pero el Gobierno norcoreano se negó a cumplir su parte, porque los 25 millones de dólares (18,5 millones de euros) retenidos en Macao no fueron desbloqueados.
Corea del Sur respondió ayer al movimiento de su vecino, y dijo que el próximo sábado pondrá en marcha el suministro de ayuda alimentaria. Seúl accedió en abril a enviar 400.000 toneladas de arroz, pero la decisión fue congelada para presionar a Pyongyang. El Norte depende del exterior para alimentar a su población desde que los desastres naturales y la mala gestión devastaron su economía a mediados de la década de 1990.
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