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Reportaje:FÚTBOL | Copa América

El peso de la política

La selección de EE UU sólo descartó a última hora concentrarse fuera del territorio venezolano

Diego Torres

La Copa América, que comienza hoy en Venezuela, está igual de politizada que el país. Los venezolanos emplean constantemente una palabra para definir la situación: "polarizada". Los ideólogos del Partido Socialista Unido dividen al mundo en dos: el eje oligárquico-imperial y el proyecto hemisférico bolivariano. En el plano político, están la izquierda de Hugo Chávez y la derecha imperialista. En el torneo, esto se traduce en dos polos de desigual potencia deportiva: Estados Unidos y los once equipos restantes. Así lo ha interpretado Chávez, que el domingo, en su soliloquio en el programa Aló Presidente, despachó a los estadounidenses con sequedad: "Que se queden en su país. Aquí no necesitamos imperialistas".

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Chávez respondió a la recomendación que hizo el Departamento de Estado a los seguidores estadounidenses para que no se trasladaran a territorio venezolano. El Gobierno de Estados Unidos pidió "considerar los riesgos" en un comunicado que emitió el viernes: "Los crímenes violentos, incluidos los secuestros exprés, crecieron en Venezuela, especialmente en las grandes ciudades a lo largo de la frontera con Colombia. En Caracas, los crímenes violentos se convirtieron en algo diario".

La advertencia oficial de peligro no alteró los planes locales. Los empleados del hotel Intercontinental, frente al lago salobre de Maracaibo, en el centro de la ciudad, esperaban ayer la llegada de la delegación de Estados Unidos como si nada. "De momento, no han cancelado la reserva", dijeron en Recepción mirando el reloj; "se plantearon fijar su base en Aruba, pero finalmente vendrán".

El equipo que dirige Bob Bradley proyectó en algún momento concentrarse en Aruba y acudir a Venezuela sólo para jugar los partidos en Maracaibo y Barinas. Aruba, a 25 kilómetros de la costa venezolana, es desde 1986 territorio autónomo de Holanda. El trayecto en avión es de 30 minutos. Ayer, sin embargo, fuentes de la federación estadounidense descartaron esa medida. Según la organización de la Copa, la selección norteamericano tenía previsto aterrizar en el aeropuerto de La Chinita a última hora de la tarde (en la pasada madrugada española). La concentración, dijeron, se haría en el mencionado hotel.

Concentrado o no en Maracaibo, el cuadro que se enfrentará a Argentina no será el más fuerte de los posibles. El primero de Estados Unidos derrotó a México en la final de la Copa de Oro de la Concacaf el domingo. A la Copa América viajará la segunda oleada. Bradley piensa dedicar la competioción a foguear a sus futbolistas más bisoños. Aquéllos con más prestigio, como Donovan, Onyewu, Bocanegra o Mastroeni, se han ido de vacaciones.

Ayer, durante un acto en la Academia Militar, Chávez reiteró que Estados Unidos intenta boicotear el evento. "Aquí no habrá ni terrorismo ni violencia", dijo; "el Estado venezolano, el pueblo venezolano, las fuerzas armadas venezolanas, estamos en pie y alerta para neutralizar cualquier intento de sabotear la tremenda Copa América que ya está comenzando".

El Ayuntamiento de Maracaibo, gobernado por Giancarlo di Martino, ardoroso partidario de Chávez, se hace cargo de parte de la organización. Sus empleados discutían ayer tranquilamente, frente al lago mientras se tomaban un zumo de caña. "Esperamos a unos 500 seguidores estadounidenses", dijo William, uno de ellos; "mayormente, de origen hispano".

Soldados venezolanos vigilan en el estadio de Mérida mientras los jugadores peruanos se disponen a entrenarse.
Soldados venezolanos vigilan en el estadio de Mérida mientras los jugadores peruanos se disponen a entrenarse.EFE

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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