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Zapatero ha aumentado un 60% la inversión del Estado por valenciano

El PSOE 'machacará' de aquí a las generales la acción positiva del Ejecutivo central

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no sólo no ha perjudicado a los valencianos -como defiende el PP- sino que ha mejorado su situación, defienden los socialistas. Con ese objetivo, el PSOE, con la vista puesta en las elecciones generales, ha preparado un argumentario "para hacer visible lo que hoy es invisible", en alusión a la acción del Gobierno central. Así, la inversión del Estado por habitante ha crecido cerca del 60% en tres años. De los 226 euros de 2000-2004 a los 357 de la etapa de Zapatero. El PSOE defenderá el gasto en infraestructuras, seguridad y agua.

Los socialistas han confirmado tras la derrota del 27-M en la Comunidad Valenciana que las denuncias de agravio del Consell del PP contra el Gobierno central han calado entre los ciudadanos y que la acción del Ejecutivo de Zapatero ha pasado prácticamente inadvertida. Y, por si fuera poco, el Consell ha tenido la habilidad de apropiarse incluso de algunos de la Administración central.

Por eso, a nueve meses -si no hay adelanto- de los comicios generales, el PSOE reivindicará que las inversiones realizadas por el Gobierno de Zapatero en territorio valenciano casi doblan las ejecutadas por el PP en su última legislatura. "En los años de gobierno del PP (1997-2004), la inversión por habitante fue un 40% inferior a la media española, y en sólo tres años de legislatura esta diferencia se ha recortado al 19%", defienden los socialistas. En inversión por habitante y año se ha pasado de los 179 euros de 2000 a los 383 euros de este año.

Con la reforma fiscal, en vigor desde este año, unos 237.000 contribuyentes dejarán de pagar IRPF y elevarán el total de sujetos exentos a 883.000. Unas 58.000 empresas se beneficiarán, por otro lado, de la rebaja fiscal.

Pese a la gran descentralización de competencias en favor de las comunidades autónomas, el Gobierno no renuncia a apuntarse algunos tantos en aquellas políticas en las que todavía tiene que ver. Así, gracias a la reforma del mercado, se han registrado 197.000 nuevos contratos fijos desde que entró en vigor, con un crecimiento del 46% con respecto al año anterior. Según el PSOE, más de la mitad de estos nuevos empleos (110.000) son conversiones de contratos temporales. Las mujeres se han beneficiado de otros 87.000 nuevos contratos indefinidos entre julio de 2006 y marzo de este año.

El Gobierno ha aumentado un 22% las subvenciones para la competitividad de las empresas y la inversión movilizada por los incentivos regionales se ha elevado a 1.235 millones de euros y creado 2.500 nuevos empleos.

Las políticas sociales, la gran apuesta de Zapatero, han pasado sin pena ni gloria entre los valencianos, pese a que, por ejemplo, el Salario Mínimo Interprofesional ha subido en tres años 110 euros frente a los 60 euros que aumentó el PP -con 65.000 valencianos beneficiados por el aumento-.

Las pensiones han subido cerca del 25% desde 2004 y benefician a 362.000 personas y la ley de dependencia destinará 1.014 euros mensuales por persona para los ciudadanos con gran dependencia. Se prevé que los valencianos reciban a partir de 2015 unos 467 millones de euros para personas dependientes.

El proceso de normalización ha incorporado 122.000 inmigrantes a la Seguridad Social, cotizando ahora un 107% más que en 2004. Las ayudas para su integración han aumentado de los 741.000 euros en 2004 a 37 millones.

En sanidad, el Gobierno central ha transferido a la Generalitat 603 millones de euros para la financiación adicional de este servicio y para educación se han destinado 19 millones de euros para la implantación de la LOE. Otros 48 millones han cubierto la gratuidad del segundo ciclo de educación infantil y el presupuesto de becas se ha incrementado un 50% desde 2005, llegando a los 400 millones de euros.

En materia de seguridad, el Gobierno presume de una reducción en siete puntos de las infracciones penales y un incremento de efectivos -entre policías y guardias civiles- de 1.869 con respecto a la etapa de gobierno del PP.

En infraestructuras, el capítulo más abultado, el Estado ha gastado 3.140 millones de euros -1.500 euros más que en la anterior legislatura- en actuaciones ligadas a la Copa del América, a la autovía A-7, el AVE y los aeropuertos.

Para vivienda -cuyas competencias están transferidas a la Generalitat-, el ministerio ha aumentado un 60% el presupuesto. Y en inversión hidráulica, la inversión se ha multiplicado por cuatro con respecto a la última legislatura del PP, tras la supresión del trasvase.

Rodríguez Zapatero y Camps, en una visita al aeropuerto de Valencia.
Rodríguez Zapatero y Camps, en una visita al aeropuerto de Valencia.CARLES FRANCESC

Por debajo de la media

Un puñado de indicadores parecen desmentir esa idea de que todo va bien y de que esta comunidad autónoma es avanzadilla de España en multitud de campos.

El Instituto Nacional de Estadística traza una radiografía bastante menos optimista. Los valencianos pierden, por ejemplo, posiciones en el conjunto de España en renta per cápita, concretamente retroceden cinco puntos con respecto a la media nacional entre 2000 y 2006, según datos del INE. El avance del PIB entre 2003 y 2006 se sitúa por debajo de la media nacional, al igual que la productividad media o la inversión extranjera directa o el gasto en investigación y desarrollo (I+D).

En 2005, Madrid, Cataluña, País Vasco y Andalucía registraron entre un 28% y un 6,7% de gasto en innovación, frente al 6,3% de inversión valenciana.

Otro de los puntos flacos de la economía local es su tímida apuesta por los sectores de alta tecnología y por la extensión de la sociedad de la información a la población. Otras siete comunidades registraban en 2005 un mayor número de ocupados en empresas tecnológicas, frente a la Comunidad Valenciana, que con un 7,4%, vuelve a colocarse por debajo de la media.

En cuanto al número de viviendas con acceso a internet por banda ancha, los valencianos están a cuatro puntos del promedio.

Por el contrario, los valencianos se colocan por encima del promedio español, por ejemplo, en la tasa de temporalidad laboral -un 36% frente a un 34%-, y en términos de endeudamiento; fue en 2006 la más endeudada de España con respecto al PIB.

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