Un pulso desde Varsovia

Jaroslaw Kaczynski, el primer ministro polaco, mantuvo anoche desde Varsovia hasta el final el pulso con la canciller Angela Merkel al reclamar precisiones y extensiones al acuerdo ofrecido por ella en Bruselas a su hermano, el presidente Lech Kaczynski. Prolongó así la amenaza que pesaba sobre el conjunto de la Unión, después de que Polonia hubiera ya logrado, entre otros objetivos, elevar de cuatro a cinco el número de países necesarios para bloquear un acuerdo y extender el actual régimen de voto favorable para Polonia hasta 2014, finalmente ampliado, en la práctica, hasta 2017.

El jefe de Gobierno polaco convocó urgentemente pasada la media tarde a sus cuatro viceprimeros ministros para analizar la propuesta elevada desde Bruselas por el presidente. El tiempo acuciaba. La canciller alemana había estado desde primera hora de la mañana pendiente de las peticiones de los Kaczynski (ambos hermanos estuvieron buena parte de la jornada colgados del teléfono) y cuando ya pactó la que presentó como su "última oferta" al presidente polaco le dio media hora para consultar con su hermano. Jaroslaw no se dejó amedrentar por la presión y al ultimátum de Merkel respondió: "Hemos tocado hueso", declaró en directo en televisión. Y se vistió de víctima: Polonia estaba dispuesta a alcanzar un acuerdo, "pero no se puede ceder todo el tiempo". Amenazó con el veto.

Polonia había acudido a Bruselas dispuesta a limitar la pérdida de poder que le supone la renuncia al vigente Tratado de Niza, que mantiene a Varsovia ahora muy cerca en peso específico de Berlín, y ayer consiguió, en primera instancia, que el futuro sistema de ponderación por doble mayoría no entrara en vigor hasta 2014, cinco años después de lo previsto.

No fue suficiente para el primer ministro, que luego consiguió extender hasta el año 2017 la entrada en vigor de su aborrecida doble mayoría.

Merkel también ofreció al presidente Kaczynski elevar hasta cinco el número de países necesarios para bloquear una decisión. En la UE, tan importante como las mayorías para sacar adelante un proyecto son las minorías que lo pueden bloquear. La presidencia de la UE terminó por brindar asimismo a Polonia una variación muy favorable del llamado compromiso de Ioannina, un acuerdo de 1994 que teóricamente permite a países que se quedan al límite de alcanzar el bloqueo reclamar una consideración favorable. Además Jaroslaw Kaczynski obtuvo una cláusula de solidaridad energética y cuestiones bilaterales con Alemania.