El Gobierno prevé invertir 110 millones en la cuenca del Poyo

El Ministerio de Medio Ambiente prevé una inversión de 110 millones de euros para la adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo. De ellos, a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar, ha licitado la redacción del proyecto de las obras de adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a L'Albufera, por un presupuesto base de licitación de cerca de 1,5 millones de euros, con un plazo de redacción previsto de 18 meses, según informaron ayer fuentes del Ministerio de Medio Ambiente.

Estas actuaciones nacen de la "necesidad" de dar solución a los problemas asociados a los fenómenos hidrológicos extremos y para reducir el riesgo de inundación en las áreas de la cuenca de la Rambla del Poyo, también conocida como la Rambla de Chiva o Barranco de Torrent, en una zona comprendida entre dos de las redes fluviales de mayor jerarquía y desarrollo de la Comunidad Valenciana, como son la del Júcar y la del Turia, y muy próxima al área metropolitana de Valencia, precisaron las mismas fuentes. Según explicaron, la mayoría de estos problemas son consecuencia directa de la particular configuración geomorfológica natural del área, organizada según una sucesión de llanos de inundación sin cauces de drenaje bien marcados. El factor antrópico que supone la intensa ocupación del suelo, producto de una actividad económica muy desarrollada, aumenta el efecto negativo derivado de esa configuración, y "requiere la proposición de soluciones acordes con las realidades sociales y ambientales existentes", añadieron. De hecho, el Plan de Acción Territorial de carácter sectorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunidad Valenciana (Patricova) ya clasificó en esta área importantes zonas en función del riesgo de inundación.

Parque Natural

El último tramo de la Rambla del Poyo discurre por el parque natural de L'Albufera y desemboca en el lago, por lo que las soluciones planteadas tienen en cuenta la compatibilidad con estos parajes, de modo que prima la protección y conservación de su elevado valor ecológico. Además, se incluyen medidas de carácter no estructural para minimizar los efectos negativos por cambios de usos de suelo.

En este sentido, la Directiva Marco del Agua, como norma de actuación en materia de gestión de las masas de agua, ha permitido incidir en políticas de fomento de las medidas no estructurales, de ordenación territorial, y de utilización del efecto laminador aguas arriba de las zonas de inundación natural. No obstante, matizaron que estas medidas se han tomado teniendo en cuenta que las inundaciones son un fenómeno natural de "imposible mitigación absoluta", que requieren soluciones globales a nivel de cuenca hidrográfica en el marco de "colaboración solidaria" de todos los agentes implicados.