Castells reclama a Zapatero que lidere el desarrollo del Estatuto
El consejero advierte de que el tripartito no tolerará una rebaja del autogobierno
El consejero de Economía, Antoni Castells, lanzó ayer una dura advertencia al Gobierno central al subrayar que el tripartito catalán no aceptará que el desarrollo del nuevo Estatuto suponga una rebaja o una "desnaturalización" de su contenido. En una conferencia en el Foro Nueva Economía en Madrid, Castells emplazó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a ser un factor "dinamizador" y no "retardatario" del despliegue estatutario, cuyo núcleo situó en corregir el déficit de inversiones en infraestructuras y conseguir un sistema de financiación federal.
"El Estatuto establece unos contenidos y fija unos plazos. Hay que cumplirlos. Y para ello hace falta voluntad política por parte de todos. Cuando existe voluntad política, siempre se encuentran las soluciones. Cuando no existe voluntad política siempre se encuentran pretextos para no hacer aquello que no se desea". El consejero catalán resumió con esta frase el espíritu que, en su opinión, tendría que presidir las negociaciones entre los gobiernos central y autónomo para desplegar el nuevo Estatuto. Un proceso que, dijo, debería liderar el Ejecutivo socialista "sin miedo y sin complejos".
Por parte catalana, señaló, el tripartito que preside José Montilla se mantendrá vigilante para que la aplicación de la norma no suponga una rebaja o "desnaturalización de aquello que se quiso pactar" y, por ello, "actuará con firmeza y responsabilidad". Firmeza, apuntó, "para defender los intereses de Cataluña". Y responsabilidad "para no llevar al país a la aventura ni poner en peligro" todo lo conseguido. En este punto, Castells reclamó la unidad de las fuerzas políticas catalanas para afrontar con éxito esta empresa y un respeto escrupuloso a los planteamientos incluidos en el Estatuto.
El consejero enumeró los dos puntos que, a su juicio, suponen la columna vertebral de las negociaciones con el Gobierno central: las inversiones en infraestructuras y el nuevo modelo de financiación.
Castells denunció la situación "crítica" en la que se encuentran algunas infraestructuras catalanas por años y años de desinversión. Razón por la cual, apuntó, el Estatuto incluyó una cláusula para corregir este déficit y avisó de que el Gobierno catalán velará por su cumplimiento porque supone, agregó, "una cuestión vital para la economía catalana, pero también para la española".
Respecto a la financiación, el consejero socialista señaló que el nuevo sistema debe comportar, primero, una mejora de la "suficiencia financiera de la Generalitat". Segundo, mayor capacidad de decisión en materia tributaria. Y, tercero, el establecimiento de nuevos parámetros de solidaridad entre las autonomías.
El consejero admitió que el proceso de elaboración del Estatuto fue una "etapa convulsa, de una enorme crispación", que dejó "heridas y divisiones profundas" entre Cataluña y el resto de España. Consideró imprescindible, por tanto, "restañar las heridas", "reconstruir puentes" y "pasar página", para lo cual pidió la colaboración de los empresarios.
Ante la posibilidad de una sentencia contraria al Estatuto por parte del Tribunal Constitucional, Castells apuntó que constituiría un "hecho de enorme gravedad" frente al cual sólo cabría reafirmar el pacto constitucional. Es decir, que Cataluña "es parte protagonista de España, pero quiere serlo en condiciones de igualdad, en primera línea, y quiere que España la reconozca como tal, que la sienta como suya".
Fusiones de cajas
Antoni Castells aconsejó ayer a las cajas de ahorro catalanas que vayan con pies de plomo ante cualquier maniobra de fusión o absorción que quieran emprender. Unas operaciones, advirtió, que al final podrían "resultar contraproducentes". El consejero fue interrogado ayer sobre eventuales procesos de fusión entre entidades de ahorro durante el coloquio en el Foro Nueva Economía. Castells precisó que quería ser "cuidadoso y cauteloso" en su respuesta para no provocar "equívocos", pero apuntó que "en la medida que el mercado ha aumentado de tamaño, los actores de este mercado también deben hacerlo". Una frase que puede interpretarse como un aliento a posibles fusiones.
Respecto a la ruptura de la tregua por parte de ETA, el consejero alertó de que frente al terrorismo sólo existe una línea divisoria: "la que separa a los terroristas de los que no lo son". Y advirtió contra intentos de situar esta línea "entre nacionalistas y no nacionalistas, y no entre terroristas y enemigos del terrorismo".
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