Sonido envolvente y de garaje

Hace 10 años, él era un productor desconocido y ella una actriz que empezaba. Ahora, convertidos en estrellas, Najwa Nimri y el productor Carlos Jean, se reencuentran con un disco especial, 10 year after, y una gira por varias ciudades que empieza hoy en Zaragoza y que recalará en el Festival de Benicàssim el próximo 21 de julio.

¿Es normal que dos personas se conozcan y al día siguiente comiencen a preparar un disco? El encuentro entre ambos en 1996, propiciado por Carlos Galán, director del sello Subterfuge Records, fue más o menos así. Jean buscaba una cantante y ella un productor. De esa unión -él gallego de origen haitiano y ella vasca de origen libanés- surgió No blood, un disco que acabó por poner el listón de la música electrónica bastante alto. No blood creó tales expectativas que ninguno de los dos, en su carrera en solitario, fue capaz de superar posteriormente. Sin embargo, por una de esas casualidades, propias de la época en que vivimos, Najwajean no llegó a estrenarse en directo. "Ni fue un disco elegante ni fue un disco cóctel", aclara Nimri, que no es nada mitómana consigo misma. "Lo grabamos con 20 años, había bastante mala leche entre ambos y se notan muchos fallos. Además, nunca llegamos a desarrollarlo del todo, puesto que no lo giramos en directo".

A la voz de Nawja la acompaña ahora una nueva banda con sonidos cercanos al rock

La separación del dúo no supuso ninguna ruptura. Juntos colaboraron en las bandas sonoras de Guerreros y Asfalto y en todo este tiempo han andado "ronroneándose" hasta que hace unos meses decidieron abrir un nuevo capítulo en su carrera musical.

Viéndoles ayer reírse juntos, en la terraza de un hotel de superdiseño, se entiende que entre ellos funciona una química especial. "Sinergia", en palabras de Carlos Jean.

El reencuentro desembocó en un estudio de grabación en la localidad gaditana de Conil, donde, tras jornadas maratonianas de 16 horas diarias de ensayos, han cocinado dos discos. Uno, Najwajean 10 years after, que reúne 20 cortes entre los que suenan dos temas inéditos (Drive e Illnes), que dejaron sin grabar en 1997, nueve de los temas de No blood y rarezas y versiones variadas como Garota de Ipanema, con los que conectan con la electrónica más actual y con atmósferas sensuales. Y otro, que editarán en octubre, con canciones completamente nuevas y en el que han optado por nuevos caminos musicales. "Hemos pasado del acústico ambiental a la música de garaje. Se trata de un trabajo plagado de guitarras eléctricas", añade Jean. Para Nimri el disco nuevo no tiene nada de revival y está plagado de letras afiladas.

El cambio no responde a una actitud premeditada. Como entonces, cuando se juntaron a grabar la primera vez, todo ha funcionado como la seda. Ella compone las letras en inglés y él persigue la melodía. La voz de Nawja no se escuchará esta vez aderezada con un sinfín de efectos de pedal sino acompañada por una nueva banda y con sonidos cercanos a un rock, más o menos bailable. La prueba de fuego la realizaron en una iglesia de Toledo, donde estrenaron los nuevos temas con un público elegido de entre sus seguidores. El desconcierto inicial quedó pronto atrás y los asistentes "acabaron bailando como posesos".

El trabajo del dúo en ningún caso ha supuesto un alejamiento de sus otros empleos. Jean, que ha colaborado con artistas como Bebe, Fangoria o Marta Sánchez, produce actualmente un disco para Hombres G. Y Nimri tiene pendientes de estreno dos nuevas películas, Mataharis, de Icíar Bollaín, y Oviedo Express, de Gonzalo Suárez.