Greenpeace pide que la UE investigue en Huelva
La organización ecologista Greenpeace pidió el martes en el Parlamento de la Unión Europea que se investigue la contaminación química y radioactiva que, según el colectivo, existe en Huelva a causa de las industrias del polo, situadas a orillas de la ría de los cauces del Tinto y el Odiel, en las inmediaciones de la capital. Asimismo, Greenpeace pidió que cesen los vertidos provenientes de estas industrias a la ría y se realice un estudio epidemiológico "en condiciones" de la ciudad.
"Creemos que se están violando cuatro directivas comunitarias en Huelva, entre las que se encuentra las relacionadas con la protección de los hábitat naturales y la vinculante a la radicación nuclear", dijo ayer Julio Barea, responsable de las campañas de agua de la organización. Barea volvió a pedir ayer que se declare instalación radiactiva a las balsas de fosfoyesos, instaladas en las inmediaciones de la capital. Los fosfoyesos son residuos de las industrias de fertilizantes, que poseen un componente radioactivo natural y que se depositan para ser posteriormente tapados e inmovilizados.
En un comunicado de prensa, Greenpeace señaló que "diversos estudios del Servicio Andaluz de Salud, Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, ponen de manifiesto que la mortalidad por cáncer en Huelva es la mayor de España. Además, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica afirma que Huelva es la ciudad con mayor tasa de asmáticos, con un 14,6%. El Colectivo Ciudadano por la Descontaminación de Huelva denuncia una incidencia mayor de esterilidad, abortos, malformaciones de nacimiento, asma y otras afecciones respiratorias y enfermedades endocrinas en la zona".
La patronal de las industrias químicas y básicas de Huelva, AIQB, demandó que cesen "los ataque infundados contra la industria". La patronal negó que se cometan incumplimientos legales ni que exista ninguna connivencia con las administraciones. En cuanto al impacto ambiental de sus actividades, recordó que está perfectamente "controlado" y señaló que no existe ni un sólo documento que "demuestre la relación causa-efecto entre la industria y los problemas de salud que irresponsablemente se le atribuyen". Sobre los fosfoyesos afirmaron que su gestión es "la más adecuada que existe, la misma que se aplica en los países de la UE y Estados Unidos".
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