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La ofensiva terrorista

Zapatero propondrá a Rajoy un pacto sin exclusiones que saque el terrorismo del debate

El líder del PP reclamará la ilegalización de ANV, pero modulará su crítica al presidente y no rechazará el acuerdo

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha convocado hoy en La Moncloa al líder del PP, Mariano Rajoy, para avanzar hacia un acuerdo de urgencia en política antiterrorista tras el final del alto el fuego de ETA. Zapatero propondrá a Rajoy sacar el terrorismo del debate político y ampliar el pacto antiterrorista a todos los partidos. Rajoy reclamará la ilegalización de ANV y pedirá garantías de que Zapatero será implacable con ETA, como ha prometido. Sin embargo, según fuentes de su entorno, medirá su discurso para evitar que le acusen de aprovechar la "debilidad" del Gobierno ante un posible atentado. Además, su buena relación con el líder del PNV, Josu Jon Imaz, le impide rechazar de plano la ampliación del pacto antiterrorista.

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La gravedad de la situación ha empujado a Zapatero a instar a Rajoy a que abandone su estrategia de oposición al Gobierno en política antiterrorista, mantenida en la etapa del proceso de fin dialogado de la violencfia, y se avenga a un acuerdo de emergencia ante el desafío etarra. Zapatero ha adelantado que pondrá todo lo que esté en su mano para recuperar la unidad y, en coherencia con ello, ni pondrá condiciones ni exigirá rectificaciones a Rajoy, al que pedirá lo mismo para garantizar el éxito de la reunión. Su primera pretensión en esta cita es "recuperar la confianza", tras mucho tiempo de desencuentro en política antiterrorista. El líder del PP reclamará la ilegalización de ANV, como ya ha anunciado, pero evitará presentarlo como una condición previa.

Rajoy ha convocado a la cúpula del PP, los maitines, a primera hora de la mañana, para medir bien el discurso que hará tras su salida de La Moncloa -aún no está claro si hablará allí o se irá a la sede del PP, como hizo la última vez en un gesto claro de distancia-. Tanto Rajoy como la cúpula del partido, según fuentes populares, creen que hay que medir bien las palabras.

"Es un momento para extremar la prudencia", señala uno de estos dirigentes. "Zapatero ha cambiado el rumbo, y ha devuelto a De Juana a la cárcel. Por eso parece llegado el tiempo de la aproximación entre los dos grandes partidos. Pero Zapatero tiene que responder a una pregunta: ¿Por cuánto tiempo mantendrá esta política? ¿Será implacable, como ha dicho, en todos los frentes?".

Rectificaciones

Zapatero, que ha destacado esta misma semana su malestar por la estrategia de Rajoy de utilizar la política antiterrorista como arma electoral, ha adelantado que no exigirá al líder de la oposición una rectificación. No le exigirá, por ejemplo, que retire la calumnia de que se había rendido ante ETA, puesta en evidencia al romper la banda el alto el fuego. Se conforma con que, ante la gravedad de la situación, el PP tenga voluntad política, abandone esa estrategia y se avenga al acuerdo.

Al presidente del Gobierno le parece crucial la unidad de los partidos demócratas contra ETA para evitar que la banda se beneficie de la publicidad que le da la confrontación entre demócratas. Estos días ha destacado cómo cuando fue líder de la oposición ofreció su respaldo incondicional a la política antiterrorista del Gobierno de Aznar, y ahora reclama reciprocidad a Rajoy.

Aunque Zapatero es escéptico sobre el resultado de la reunión, ante la actitud adelantada por Rajoy que sigue poniendo condiciones al acuerdo, juega con la baza de que el PP tiene más difícil explicar a la opinión pública hacer oposición a la política antiterrorista del Gobierno con una amenaza real de ETA, como la que hay ahora, que cuando estaba en marcha un proceso de paz. Y, más aún, cuando Zapatero ha pasado a la ofensiva contra ETA.

El PP utiliza el pesimismo sobre el resultado de la reunión que el presidente mostró en la entrevista con Iñaki Gabilondo el pasado jueves como prueba de que no tiene ninguna voluntad de acuerdo y prefiere meter presión al PP.

"Es antidemocrático pedirme adhesión inquebrantable sin explicar qué se hará contra ETA", decía ayer Rajoy en Abc. Sin embargo, también añadía que "no es el momento de los reproches", y por eso anunciaba que pedirá a Zapatero "claridad" y, a partir de sus palabras, decidirá su respuesta. "No se puede invertir la carga de la prueba", comenta un dirigente cercano al líder popular. "Es Zapatero quien toma las decisiones. Y el PP reacciona. Si hay compromisos claros de firmeza frente a la banda, habrá acuerdo".

Zapatero pretende ampliar el Pacto Antiterrorista, suscrito en solitario con el PP, a otros partidos al haber cambiado las condiciones en que se suscribió en 2000. Le parece conveniente contar con el PNV por su papel crucial en la política vasca y por su firme alineamiento con los demócratas, lo que no sucedía hace siete años. Para ello habría que modificar el prólogo del Pacto Antiterrorista de 2000, que prohíbe pactos con el PNV por su apoyo, en aquel momento, al Pacto de Lizarra.

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, adelantó hace un mes unas bases comunes para un pacto antiterrorista, que fueron bien acogido por Zapatero, con quien mantiene una estrecha relación.

Hace unos meses, el PP no quería saber nada de ampliar el pacto. Sin embargo, la nueva estrategia de Rajoy pasa por una buena relación con los líderes de CiU y PNV, para romper el llamado "cordón sanitario" que dejaba al PP en soledad. Por eso, el líder de la oposición no podrá dar un no rotundo a esa incorporación del PNV de Imaz, aunque reivindicará como prioridad el pacto ya suscrito por PP y PSOE. Rajoy se ha reunido dos veces con Imaz en los últimos meses y ha evitado dar un no irreversible a esa propuesta del líder del PNV de un nuevo pacto antiterrorista, aunque hoy pedirá a Zapatero que aclare con detalle en qué consistiría ese nuevo acuerdo.

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