ETA y Batasuna no quieren un gobierno alternativo en Navarra"
Gregorio Monreal Zia (Etayo, Navarra, 1942), catedrático de Historia del Derecho en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), vio reconocida el jueves su labor intelectual con el Premio Eusko Ikaskuntza de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales. Desde su condición universitaria, reflexiona sobre varias cuestiones de actualidad.
Pregunta. ETA rompió la tregua en diciembre, pero lo ha hecho explícito esta semana. ¿Cómo ha encajado la noticia?
Respuesta. Con la desesperanza que normalmente inspiran ETA y su trayectoria.
P. ¿Y ahora?
R. Estoy muy apartado del mundo político y veo las cosas exclusivamente desde la universidad. Europa Occidental se ha consolidado, hay una unión política, todos los conflictos han desaparecido y nosotros aparecemos, desde ese punto de vista, como un mundo arcaico. Al carlismo le costó desaparecer del país más de un siglo. A veces uno piensa que hay tendencias profundas de tipo conservador y reaccionario en la sociedad vasca, cuando realmente hay que preguntarse qué ha quedado de las luchas de liberación nacional tercermundistas.
"El vasquismo navarro ha aprendido de 25 años y ha meditado sobre la complejidad de la sociedad y sobre lo que se puede y no se puede hacer"
"Al carlismo le costó desaparecer más de un siglo. A veces pienso que hay tendencias profundas conservadoras y reaccionarias en la sociedad vasca"GREGORIO MONREAL / Profesor de la UPNA y Premio Eusko Ikaskuntza "
P. ¿Qué lectura hace de los últimos resultados electorales en Navarra?
R. Hay una diferencia muy grande entre las interpretaciones que se hacen fuera de Navarra, sobre todo en la prensa de Madrid, y lo que vemos con nuestros ojos. Para nosotros, había un deseo muy grande de cambio en la sociedad, un cansancio por una forma reduccionista de ver Navarra, donde hay bastantes señales en el campo cultural, sindical y político que indican que es muy compleja y plural. Esa Navarra plural no se siente identificada con la Navarra oficial, que ha tenido comportamientos muy sectarios y excluyentes.
P. ¿Qué interpretación cree que se realiza desde fuera?
R. Nafarroa Bai, por ejemplo, no es interpretada correctamente como fenómeno. Pensar que el vasquismo en Navarra no ha aprendido de 25 años... Se ha meditado sobre la complejidad de la sociedad navarra y sobre lo que se puede y no se puede hacer. Desde fuera se dice que el obstáculo para gobiernos de cambio estaría en que es inaceptable el intento de anexión de Navarra a la Comunidad Autónoma Vasca que propugna Nafarroa Bai. Entonces, uno mira los programas y esa anexión no se ve por ningún sitio.
P. ¿La ruptura de la tregua puede influir en el proceso de pactos abierto en Navarra?
R. Está claro que ni ETA ni el mundo de Batasuna están interesadas en la constitución de un tripartito alternativo. HB fue hegemónica en Navarra y una de las razones de las grandes dificultades del sector vasquista de la población para ver reconocidos sus derechos lingüísticos o para recibir un trato equitativo como ciudadanos se hallaba en esa hegemonía. La hegemonía ha desaparecido. Ese es quizá un elemento importantísimo de estas elecciones. Y ellos son conscientes.
P. ¿Entonces?
R. Es obvio que si se consolidara un gobierno tripartito (PSN, Nafarroa Bai e Izquierda Unida) y en Navarra hubiera un tratamiento equitativo de todas las identidades y una mayor vertebración e integración social, las condiciones políticas para la supervivencia de HB serían peores. De ahí que prefieran continuar en la situación anterior. No es ninguna casualidad que se haya producido la ruptura del alto el fuego cuando empiezan las negociaciones de Navarra para formar un gobierno alternativo.
P. ¿Qué relación ve entre Euskadi y Navarra en el futuro?
R. En Navarra hay unas tendencias fuertes de autoafirmación, apreciables también en el sector vasquista. Para cualquier relación es muy importante la desaparición de la violencia. Si esto se consolidara, es obvio que son muy convenientes formas de colaboración desde la salvaguarda de la propia personalidad institucional de las dos comunidades. Eso saldrá por sí mismo. No hay más que hacer números, ver las sinergias y las ventajas que se derivan de una buena cooperación.
P. Desde un punto de vista jurídico, ¿qué opinión le merece la ley de Partidos?
R. Siempre he pensado que la batalla a HB hay que darla en las urnas, donde la sociedad la irá poniendo en su sitio de una manera normal. Ha sido injusta la exclusión de las listas de ANV. Esto de que cada vez tengan que acudir a las urnas con una vestimenta... El fenómeno está ahí. Yo soy partidario de respetarles como partido y competir en las urnas. Estaban siendo debilitados. La campaña indirecta que se ha hecho a favor de ANV ha sido fantástica. No han necesitado hacerla ellos, porque se la hacían los demás.
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