La policía detiene al gerente de un restaurante asiático en Dénia por ocultar a ilegales chinos en un zulo

La policía nacional de Dénia detuvo el miércoles, tal como informó Ràdio Dénia Cadena Ser, al gerente de un restaurante chino de la localidad por esconder en un habitáculo a cinco ciudadanos chinos en situación ilegal. El gerente, español, vecino del municipio, abrió hace pocos meses un restaurante de cocina asiática en el polígono industrial Juyarco, ubicado a la entrada de la localidad alicantina.

El restaurante, con capacidad para un centenar de mesas, se llama Wok. Se extiende a lo largo de la planta baja, tiene decenas de camareros, una decoración moderna y un bufet en el centro con plancha para alimentos que el cliente elige y que se cocinan en el momento.

En la parte de arriba del restaurante, cuyas dimensiones son, según la información ofrecida por la SER, similares a las de una nave industrial, hay varias habitaciones. En ellas viven las 21 personas que habitualmente trabajan en el local. Y en uno de esos cuartos, de reducidas dimensiones, en condiciones de hacinamiento y de insalubridad, se encontraban el miércoles por la mañana, cuando la policía nacional practicó el registro, cinco ciudadanos de nacionalidad china en situación de ilegalidad. Estaban según fuentes policiales, escondidos por orden del gerente para que no fueran detectados por los agentes. Ayer estaba previsto que el gerente del restaurante pasara a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Dénia. Al cierre de esta edición, aún no había sido llevado ante el juez.

Las investigaciones comenzaron hace unas semanas, cuando los agentes policiales detectaron un gran número de personas que trabajaban en el restaurante. El hecho de que el local estuviera situado en una nave industrial, en cuya parte superior se apreciaban unos ventanales, les hizo sospechar de que pudiese haber personas que pernoctasen allí.

Ante estas sospechas, los agentes iniciaron una investigación y comprobaron cómo a la hora de cierre del establecimiento, el encargado salía al exterior y era otra persona la que desde el interior cerraba el local.

Así, ante la posibilidad de que en el interior pudieran permanecer personas introducidas de un modo ilegal en España y que podrían estar privadas de libertad hasta que saldasen sus deudas con la organización que las trajo, se estableció un dispositivo para aclarar los hechos.

La policía identificó a 21 personas de nacionalidad china, cinco en situación ilegal, que fueron detenidas junto al gerente del local y cuatro trabajadores supuestamente implicados en los hechos. El dueño del local, Q.H., de 28 años de edad, también ha sido interrogado por la policía. El gerente, ha sido identificado como J.W., de 34 años. Se les acusa de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores.