Merkel y Blair confían en un acuerdo "histórico" sobre el cambio climático en la cumbre del G 8

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, Tony Blair, se mostraron ayer confiados en la posibilidad de que se alcance un acuerdo sobre el cambio climático durante la cumbre del G 8 en Alemania. Ambos mandatarios subrayaron la novedad que supone la última propuesta al respecto del presidente norteamericano George Bush, que la reunión en 2008 de los 15 países más contaminantes para la reducción conjunta de emisiones. Unas horas antes de su encuentro con Merkel, Tony Blair declaró que esta semana podría producirse "un avance histórico" en la protección ambiental. Menos entusiasta, Merkel saludó la propuesta norteamericana "siempre que llegue a formar parte de un proceso de la ONU".

Con la reunión de ayer con su colega británico, la canciller alemana continuó la ronda de contactos previa a la cumbre del G 8 que se celebrará del 6 al 8 de junio en el balneario de Heiligendamm, en el noreste alemán. Merkel ha hecho de la prevención contra el cambio climático una bandera que quiere plantar en la sala de reuniones. Se trata de dilucidar quién corre con los gastos de la política mundial de protección del clima. La UE quiere fijar una serie de objetivos vinculantes para la reducción de emisiones de dióxido de carbono en un documento común, a lo que se opone EE UU. En una entrevista que publica hoy el semanario alemán Der Spiegel, Merkel rechaza los "compromisos a medias" en materia medioambiental. El plan de Alemania y la UE propone la reducción de emisiones de CO2 hasta el 50% (en relación a 1990) en los próximos 43 años.

En Heiligendamm deberá discutirse además sobre la posición de Rusia respecto a la independencia de la región serbia de Kosovo. No puede descartarse que el presidente ruso Vladímir Putin aproveche la atención internacional para airear otras diferencias con Estados Unidos y la UE. Durante los últimos días, Putin ha advertido en varias ocasiones de que el escudo antimisiles que Estados Unidos planea construir en el este europeo podría desencadenar una nueva carrera armamentística en el continente. En una entrevista publicada ayer por el diario italiano Corriere della Sera, Putin amenazó con volver a apuntar a Europa con sus misiles nucleares si llega a construirse el dispositivo.

En cuanto a las masivas protestas contra la cumbre, Angela Merkel mostró ayer su compresión por las actividades pacíficas de protesta que, dijo, sirven de control a los gobiernos y de recordatorio "para que cumplan sus promesas".

Las protestas continuaron ayer en la ciudad báltica de Rostock, donde miles de personas se concentraron de nuevo a 25 kilómetros de distancia de Heiligendamm para mostrar su rechazo a la cumbre, un día después de los graves enfrentamientos entre grupos de izquierda radical y fuerzas antidisturbios.

Miembros de varias organizaciones que convocaron la manifestación del 2 de junio reconocieron ayer que los tumultos se debieron a ataques contra la policía por parte de un grupo de manifestantes. Uno de sus portavoces, Manfred Stenner, alabó "con algunas reservas" en una rueda de prensa el domingo la labor policial.

Las autoridades informaron de que detuvieron a 128 personas el sábado, entre ellos jóvenes españoles, rumanos y japoneses. 118 de ellos están ya en la calle. Un portavoz policial hablaba de 433 funcionarios heridos. En el área de Rostock y Heiligendamm se encuentran destacados 16.000 policías.