Temor por el empleo

Los sindicatos holandeses creen que la oferta de compra de ABN Amro efectuada por el consorcio Santander-Royal Bank-Fortis generará mayores recortes de empleo que la propuesta anterior de fusión lanzada por Barclays, al menos en Holanda.

Según la Federación Nacional de Sindicatos (FNV en sus siglas holandesas), con el consorcio podrían perderse hasta 7.200 puestos en el país. Para Ahmed Kansouh, directivo del sindicato de inspiración cristiana (CNV), esa cifra es al menos "cinco veces superior" que la que podría provocar la aparición de Barclays. "El problema con la casa británica es que en principio serían conservados más trabajos, pero no sabemos qué pasará cuando apliquen sus políticas a largo plazo a los trabajadores que encuentren en Holanda", añadieron. De ahí que hayan reclamado recibir información de ambas partes para poder negociar en su momento "un acuerdo laboral ventajoso".

La Asociación Holandesa de Accionistas, por el contrario, favorecía ayer claramente la propuesta del consorcio. Aunque sus cifras sobre los puestos perdidos a escala local diferían algo de las de los sindicatos (unos 6.400), el dinero ofrecido les parecía excelente. "Entiendo que los sindicatos del ramo quieran discutir a fondo con los bancos. Pero en esta operación hemos asistido a unas maniobras insólitas por parte de los directivos de ABN, proclives desde el principio a Barclays. Si gana el consorcio no parece que a ellos se les vaya a necesitar. Los accionistas, sin embargo, consideran esencial evaluar la oferta en su conjunto y optar por la más cuantiosa", señaló Peter Paul de Vries, presidente de la asociación. Según él, ABN ha utilizado toda clase de medios a su alcance, "para entorpecer una percepción objetiva y equilibrada de la situación".

Parte del razonamiento de De Vries pareció ser corroborado ayer por Fred Goodwin, primer ejecutivo del Royal Bank of Scotland, que calificó de sencilla la reorganización laboral. El consorcio ha presentado la compra de ABN como "una oportunidad para crecer", pero no hay que olvidar que uno de los compradores, Fortis, es una entidad belga-holandesa, lo que presupone duplicidades. Además, el Royal espera desmantelar parte de los servicios centrales de ABN en negocio mayorista para trabajar desde Londres.