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Elecciones 27M

Las elecciones abren el camino al debate de la ley Municipal, pendiente desde los años ochenta

Gobierno y PSE deberán hacer confluir sus dos proyectos para pactar una norma fundamental

Con las votaciones de mañana y la constitución, el 17 de junio, de los nuevos ayuntamientos habrá sonado la hora del debate sobre la ley Municipal. Tras más de 20 años de espera, los municipios se encuentran de pronto con dos proyectos distintos sobre la mesa: el anteproyecto que el Gobierno ha sometido a la consideración de ayuntamientos y diputaciones y el que los socialistas han llevado ya a la Cámara con la intención de espabilar el debate y conjurar el riesgo de que el otro texto no llegue. Ante la resistencia de los alcaldes en ejercicio a valorarlos, este periódico ha pulsado la opinión de dos ex regidores, actualmente senadores, Javier Albistur (PNV) y Alberto Buen (PSE) y del profesor de Derecho Administrativo de la UPV José Manuel Castells.

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Paso a la reflexión

Si las cosas ruedan como debieran, éstas deberían ser las últimas elecciones locales sin una Ley Municipal en Euskadi. Sin embargo, nada está garantizado, aunque se hayan juntado dos propuestas sobre la mesa. Al Gobierno le ha sentado muy mal que el PSE lleve un texto propio al Parlamento y, pese a afirmar que coincide con el suyo en casi la mitad, hará todo lo posible para que no pase el filtro de la toma en consideración. No obstante, ninguno puede prescindir del otro, si desean una ley que satisfaga globalmente a los municipios, dada la implantación de peneuvistas y socialistas en ellos.

Si en algo coinciden las tres opiniones recabadas por este periódico es en que los dos proyectos pueden confluir. De hecho, el propio Gobierno señaló, al oponerse al debate en la Cámara del texto del PSE, que coincide con el suyo en un 40%.

Ninguno de los actuales alcalde y candidatos en liza contactados quiso valorar los proyectos. Por ello, este periódico requirió la opinión de dos ex alcaldes pertenecientes a los partidos con mayor implantación municipal y un especialista en la materia. Esta es su valoración.

- José Manuel Castells. Catedrático de Derecho Administrativo de la UPV.

"Ambos proyectos se revelan muy conscientes de la importancia y la dificultad que suponen los territorios históricos, cuyas competencias se solapan con las municipales, y los dos son respetuosos con esa realidad; el PSE incluso reconoce abiertamente que, por ello, no valen las referencias de otras comunidades. El texto socialista es académicamente muy bueno, incluso brillante en algunas partes, innovador y muy municipalista: les da a los ayuntamientos también las competencias residuales, es decir, aquellas que no ejerzan ni los territorios ni el Gobierno".

"El del Ejecutivo", opina Castells, "es más pragmático, menos doctrinario y afronta los problemas de modo más realista. Las dos coinciden en la presencia de los municipios en Consejo Vasco de Finanzas a través de una reforma de la LTH y la socialista abre la puerta a su participación hasta en los tributos concertados. Esto me parece irreal, son temas de mucha altura en los que no puedes meter a los municipios. Tal vez fuera posible a través de Eudel. En el del Gobierno parece un poco deficiente el ensamblaje entre los territorios y el propio Gobierno. Es bastante unitario y le da un considerable poder a los órganos competentes del propio Ejecutivo en materia de administración local, aunque se ha tentado la ropa respetando el ámbito foral. Mientras, el socialista les reduce mucho a los territorios el espacio de actuación. Por ejemplo, rompe con la tutela de los territorios históricos sobre los presupuestos de los municipios.

- Xabier Albistur. Alcalde de San Sebastián por EA entre 1987 y 1991. Actual senador del PNV.

"Los dos proyectos reconocen la capacidad de iniciativa política y el principio de subsidiariedad, y los dos buscan cubrir las demandas que todos hemos sentido de racionalizar la gestión pública sin invadir el terreno de nadie y con reconocimiento de la financiación de las competencias que se ejercen. Pero hay dos conceptos distintos de fondo. En el del Gobierno, aunque tiene algunas contradicciones, hay mucho más acomodo a la realidad institucional de Euskadi, a la forma de actuación de diputaciones, Gobierno y ayuntamientos".

"La visión del PSE", agrega Albistur, "aunque su proyecto tiene cosas que están muy bien, es excesivamente reglamentista. El detallismo encajona a las instituciones y complica la coordinación, que es mejor que no esté muy regulada, dadas las diferencias en la realidad municipal de cada territorio. La ley Municipal debe fijar sólo principios básicos: la participación en la distribución de recursos y en la aprobación de planes, la capacidad de iniciativa política, el principio de subsidiariedad y las directrices generales de las relaciones entre instituciones, basadas en los principios de coordinación, cooperación y no intervención, así como los mecanismos y órganos para conseguirlo. El resto debe territorializarse." "Yo me ahorraría", dice, "el Consejo Vasco Municipal que propone el Gobierno y haría una comisión específica de asuntos municipales en las Juntas Generales, donde se fije lo que cada ayuntamiento puede hacer, que depende mucho de su tamaño, y la dotación económica que precisa".

- Alberto Buen, alcalde de Irún entre 1983 y 2003 y vicepresidente de Eudel de 1995 a 2002. Senador por el PSE y partícipe de la elaboración de la proposición de ley socialista.

"Son dos propuestas que sirven para encontrar el camino del acuerdo. No hemos copiado la del Gobierno, como se ha dicho, pero sí vimos que en ella había cosas aceptables. Deberían estar contentos por esto. La dificultad está en la participación en el Consejo Vasco de Finanzas y en las encomiendas de gestión y las leyes sectoriales que planteen obligaciones a los ayuntamientos, si éstas no vienen acompañadas de los recursos económicos. Eso no está suficientemente contemplado en el proyecto del Gobierno".

"Lo más importante de nuestra proposición de ley es la participación en el Consejo Vasco de Finanzas (CVF), que el Gobierno recoge también, pero dejando en manos de las diputaciones el nombramiento de los representantes municipales. Nosotros queremos que se haga desde Eudel y entre las tres fuerzas más representativas, para que el CFV no se convierta en monocolor. También el modo de adopción de acuerdos ofrece más garantías a los ayuntamientos, porque se exige el voto afirmativo de al menos uno de sus tres representantes y la no oposición de los otros y de los tres representantes de las diputaciones".

"En las competencias", concluye Buen, "apenas hay discrepancias: a poca voluntad que pongamos las dos partes, y el resto de los grupos, es factible una buena ley. La aportación de Eudel podemos canalizarla durante el debate parlamentario sin problemas.

Coincidencias y divergencias

El anteproyecto del Ejecutivo sostiene que la regulación del nivel municipal "no precisa de grandes transformaciones", pero sí de "un debate político de fondo".

- Competencias. Los municipios podrán ejercer su iniciativa en toda materia no atribuida a otros poderes públicos. Se enumeran 18 cuestiones y se deja en manos de posteriores leyes del Parlamento y normas forales la delimitación de su alcance.

- Financiación. Las nuevas obligaciones que leyes o normas forales impongan a los municipios llevarán aparejados simultáneamente los medios de financiación necesarios. El Consejo Vasco de Finanzas acordará "un mínimo de participación municipal", que no se precisa. Se crean los consejos territoriales de finanzas, de composición paritaria entre diputaciones y municipios, en los que se acordarán los criterios de distribución, con vigencia de cinco años.

- Presencia en el Consejo Vasco de Finanzas. El anteproyecto propone modificar la Ley de Territorios Históricos con un nuevo apartado en su artículo 28 para incorporar al Consejo Vasco de Finanzas a tres representantes de los municipios, uno por cada territorio, que serán nombrados por las diputaciones a propuesta de Eudel.

- Consejo Municipal de Euskadi. Se constituye el Consejo Municipal de Euskadi como órgano de cooperación entre ayuntamientos, diputaciones y Gobierno, con tres representantes por cada nivel y presidido por el titular del departamento del Ejecutivo competente en régimen local, en este caso Vicepresidencia. Su función esencial será deliberativa y de asesoramiento no ejecutivo y emitirá recomendaciones no vinculantes.

La proposición de Ley del PSE-EE plantea en sus 40 artículos las siguientes cuestiones fundamentales.

- Financiación. Propone destinar al menos el 15,5% de los impuestos concertados a los ayuntamientos. Supondría detraer al Ejecutivo 100 millones de euros para repartirlos al 50% entre ayuntamientos y diputaciones. Los municipios no estarán obligados a asumir competencias que no vayan acompañadas de dotación económica.

- Competencias. Fija 29, entre ellas la participación en la elaboración y ejecución de los planes de vivienda, de infraestructuras públicas cuando discurran por el municipio, y la regulación y prestación de los servicios sociales de asistencia primaria, así como la autorización de apertura de empresas. No cuestiona la LTH en las atribuciones exclusivas de las diputaciones y señala que las materias que "no estén expresamente atribuidas" a otras instituciones serán competencia del municipio.

- Consejo Vasco de Cooperación Local. Se crea este ente encargado de la coordinación entre instituciones, en lugar del Consejo Municipal de Euskadi.

- Consejo Vasco de Finanzas. Nueve integrantes, Tres representantes por cada nivel institucional. Los municipales serán designados por Eudel entre las tres fuerzas más representativas. Los acuerdos deberán adoptarse con al menos cinco votos y uno de ellos deberá ser de un representante municipal, además de no oponerse ninguno de los otros dos ni los tres de las diputaciones.

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