Zapatero advierte de que el PP quiere ganar con la abstención de la izquierda

En Cataluña, como en el resto de España, las encuestas preelectorales arrojan machaconamente un alto índice de abstención y también de indecisos en el electorado potencialmente de izquierdas. En las últimas horas de campaña, José Luis Rodríguez Zapatero trata de convencer a los dudosos de que su voto a las candidaturas socialistas sirven para conseguir mejoras muy claras en su vida cotidiana.

Así lo reiteró ayer en el polideportivo de La Mar Bella, en el que se reunieron algo más de 6.000 militantes y simpatizantes socialistas. "El PP quiere ganar con la abstención y tenemos que combatir esa estrategia votando socialista el domingo", instó Zapatero ante el aspirante a la reelección como alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el presidente de la Generalitat, José Montilla.

Ya no le importa a Zapatero resultar repetitivo en sus mensajes. Los estrategas de campaña aseguran que no sienten la necesidad de variar el mensaje, toda vez que su problema sigue siendo la abstención y convencer a los ciudadanos de la utilidad del sufragio. Con el voto a los socialistas se defiende el empleo, la mejora de la educación, la puesta en marcha de la Ley de Dependencia, arguyó Zapatero, sin aludir siquiera a la polémica del día anterior desatada por el ex presidente Aznar, y avalada por Mariano Rajoy, al identificar voto socialista con apoyo a ETA.

La frialdad de Maragall

Sin embargo, el alcalde de Barcelona sí reprochó a Aznar esas palabras porque suponen "un insulto a la inteligencia" de los ciudadanos y, desde luego, de los socialistas, que han sufrido, como el PP y otros colectivos, el zarpazo terrorista. Pero de España sí habló Zapatero para decir que es la nación de todos y que lejos de romperse está más fuerte que nunca.

El ambiente del público con Zapatero fue afectuoso y cálido por lo que llamó la atención el gesto frío que mantuvo en todo momento el ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall, que abandonó el acto sin despedirse del presidente del Gobierno. Zapatero prometió que desarrollará en su plenitud el Estatuto catalán.