Lo local
En plena campaña para las elecciones del próximo día 27 en los ámbitos de las comunidades autónomas (CC AA), municipios y otros entes locales (CC LL), me ha parecido oportuno aportar mi granito de arena dedicando esta columna a un tema que apenas merece atención en los informes de coyuntura: la situación y evolución de los ingresos y gastos públicos de los entes territoriales. Quizá las discusiones políticas de ámbito estatal o supranacional sean de más enjundia intelectual, pero la gestión de los servicios públicos locales es la que determina en mayor medida la calidad de vida en nuestros pueblos y ciudades. La importancia de estos ámbitos administrativos deriva, en todo caso, de las propias cifras: en 2006, el gasto público total ascendió a 375. 375 millones de euros (un 38,4% del PIB), de los cuales sólo el 22,4% corrió a cargo del Estado, frente al 35,9% de las CC AA, el 13% de las CC LL y el 28,8% de las administraciones de seguridad social.
Es la hora de iniciar la descentralización de las competencias y el gasto público de los municipios
¿En qué se gastan las CC AA y las CC LL los recursos que reciben de los ciudadanos? Con datos para 2005 obtenidos de Eurostat, que se ofrecen en el gráfico izquierdo, el gasto de las CC AA ascendió a una cifra equivalente al 13,8% del PIB, llevándose la salud y la educación (servicios transferidos por el Estado y la Seguridad Social casi en su totalidad) las mayores tajadas, con el 38% y 28,5% de los mismos, respectivamente. Diez años antes, el gasto de las CC AA era mucho menor, el 9,9% del PIB, y los dos servicios señalados también se llevaban la mayor parte del mismo, pero en menor proporción. En cuanto a las CC LL, la estructura del gasto está mucho más repartida, su peso es mucho menor y se ha mantenido sin grandes cambios en la última década: en 2005 era apenas el 5% del PIB (5,2% en 1995), del cual sólo el 7% se dedica a salud y educación en conjunto, el 9% a orden público y seguridad, un 17% a asuntos económicos, un 12% al medio ambiente, otro 12% a vivienda, el 13% a cultura y actividades recreativas, un 10% a protección social y el 20% restante a servicios generales.
¿Cómo financian las CC AA y las CC LL sus gastos? En este caso tenemos datos de 2006 (gráfico derecho). En este año, las primeras obtuvieron el 56% de sus ingresos de impuestos, el 38% de transferencias de otras AA PP (Estado), y el 6% de otras fuentes. Esta estructura era bastante diferente en 1995: 17% impuestos, 73% transferencias y 10% otras, lo que pone de manifiesto que se ha corregido bastante la asimetría entre la capacidad de gastar y la de recaudar, y ha aumentado la corresponsabilidad fiscal, clave para la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo. Como en el caso de los gastos, la estructura de los ingresos de las CC LL apenas ha variado y sigue siendo muy dependiente de las transferencias: éstas representan el 35% de los mismos, y los impuestos, el 52%.
Son muchas las reflexiones y propuestas de política que pueden hacerse al examinar las cuentas de los entes territoriales, pero yo me quedaría con tres: es la hora de iniciar una segunda fase en la descentralización de las competencias y el gasto público a favor de los municipios (el peso de éstos sobre el total es bastante inferior al de otros países, mientras que el de las CC AA supera ampliamente al de Alemania o EE UU), hay que liberar los ingresos municipales de su dependencia del suelo y hay que seguir avanzando en la corresponsabilidad fiscal, de manera que el que gasta tenga que pedir el dinero a los ciudadanos y no al Estado.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.