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Reportaje:Elecciones municipales 27M

La vida rural que vio Vicenta

Despoblación y dependencia de la agricultura marcan la campaña en los pequeños municipios andaluces, de clara hegemonía socialista

Ginés Donaire

"Antes había más vida que ahora". Los surcos del rostro de Vicenta Castillo, de 69 años, delatan una vida llena de fatigas, con la agricultura como principal eje de subsistencia. Reside en un poblado de colonización de Espeluy, una pequeña localidad de apenas 750 habitantes de la campiña de Jaén, adonde llegó hace casi medio siglo con su familia después de que el Estado expropiase la aldea donde vivían, Bujaraiza, tras la declaración del Coto Nacional de Caza de Cazorla. Ahora, varias décadas después, a la familia de Vicenta le han vuelto a expropiar sus tierras de algodón para instalar en su lugar una fábrica de traviesas de ferrocarril. Vicenta y su marido ya están jubilados. Su futuro no les inquieta tanto como el de uno de sus dos hijos, de 38 años y soltero, que sigue viviendo con ellos sin demasiadas expectativas laborales.

La historia de Vicenta es muy común entre la población rural andaluza, que encara las próximas elecciones municipales con los mismos problemas de siempre: la despoblación, el envejecimiento de sus habitantes, la pérdida progresiva de activos en la agricultura y una alta dependencia de los subsidios. Según el Instituto Nacional de Estadística, uno de cada tres municipios andaluces ubicados en comarcas de interior (son 282) han perdido población en el último lustro.

Las mayores deserciones se dan en Granada, Córdoba y Jaén, aunque el despoblamiento de los pequeños municipios es una constante en todas las provincias. Entre las localidades que más residentes pierden están Gualchos (Granada, 23%), Torres de Albánchez (Jaén, 16,3%) o Bélmez (Córdoba, 14,2%). "Bastante hacemos con mantener la población", reconoce Pedro Bruno, el alcalde socialista de Espeluy, que hace cuatro años obtuvo el 75,7% de los votos, conquistando seis de los siete ediles de la corporación. La hegemonía socialista en el medio rural andaluz es incuestionable. El PSOE gobierna en 451 municipios, frente a los 152 del PP, 83 de IU, 50 del PA y 41 de formaciones independientes. Pedro Bruno, que repite por segundo mandato consecutivo como candidato, es consciente de lo difícil que es ilusionar a un pueblo que hace varias décadas llegó a contar con 1.500 habitantes y cuyo declive ha coincidido con el progresivo desmantelamiento de su estación ferroviaria, usada hoy por apenas media docena de pasajeros ante la falta de trenes.

Las únicas alternativas laborales a la agricultura son la fábrica de traviesas para las líneas de alta velocidad que se abrió hace un par de años y otra planta que se inaugurará este verano para el reciclado de neumáticos usados, que generarán medio centenar de empleos. "A ver si colocan a mi hijo, ya que nos han dejado sin tierras para cultivar el algodón", exclama Vicenta.

La pirámide de edad de Espeluy se ensancha mucho por los mayores de 60 años, aunque también entre los menores de edad, como lo demuestran los 107 alumnos del colegio público San José. "Observamos poca motivación de los alumnos, quizá porque vislumbran pocas salidas laborales", comenta María Jesús Jiménez, jefa de estudios. La ratio en el centro es de 12 alumnos por clase, muy por debajo de los núcleos urbanos.

La pérdida de activos en el campo es otro de los problemas del medio rural. En 1986, alrededor del 25% de la población de Andalucía trabajaba en el campo; en 2007, sólo llega al 8%. Cada día abandonan el campo andaluz 222 personas. Aunque en el último año se incorporaron 1.500 nuevos jóvenes a la actividad agraria, el saldo es negativo. Según los datos del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) y el Régimen Especial de Autónomos, la agricultura andaluza ha perdido desde 1995 el 40% de sus activos.

Y eso en una comunidad que representa el 30% de la población activa agraria del país, con cerca de 300.000 ocupados. "El relevo generacional es uno de los mayores problemas del campo, sin el trabajo de los agricultores los pueblos quedarán desiertos", advierte Agustín Rodríguez, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).

Así las cosas, la economía de las zonas rurales sigue teniendo una alta dependencia de los subsidios agrícolas. En el último año la cantidad percibida por los jornaleros andaluces del régimen agrario fue de 873,6 millones.

Pero el medio rural ha frenado el ritmo de despoblación de anteriores décadas. Es más, entre 1992 y 2003 retornaron a Andalucía 48.753 personas, el 12% de las que regresaron a España en ese periodo. Parte del dinamismo que muestran muchos pueblos del interior se debe a los fondos comunitarios. Las 50 asociaciones de desarrollo rural de Andalucía van a manejar en el actual marco comunitario 2007-2013 un total de 3.570 millones de euros del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.

DATOS MEDIO RURAL

- Uno de cada tres municipios del interior perdió población en el último lustro.

- El 8% de la población andaluza trabaja ahora en el campo frente al 26% que lo hacía en 1986.

- En Andalucía hay unos 240.000 jornaleros que perciben cada año el subsidio o la renta agraria.

- En 2006 el gasto por subsidios agrarios fue de 873 millones de euros.

- Entre 1992 y 2003 retornaron a municipios andaluces más de 48.000 emigrantes.

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